Las ganancias distantes valen cada vez menos en estos días
Pedro Luis Martín Olivares – En un clásico de la psicología, a un niño se le da un malvavisco y se le dice que puede comerlo cuando quiera, pero si espera 15 minutos puede tener dos, luego se quedan solos. Cuando se realizó la prueba por primera vez, en la Universidad de Stanford en la década de 1960, el niño promedio sucumbía en tres minutos. Pero los que no lo hicieron fueron recompensados. Un estudio de seguimiento realizado en 1990 mostró que el éxito en la prueba estaba asociado con una amplia gama de ventajas en la vida posterior, desde logros académicos hasta un mejor manejo del estrés.