Era sorprendente la cantidad de personas que una sola película podía movilizar, se anunciaba por todo lo alto el día del estreno, se disponía una majestuosa alfombra roja y todos los medios eren invitados, miles de personas aglomeradas en la puerta de los cines, sólo para ver a sus estrellas favoritas y su nuevo éxito de taquilla. Esa magia que se experimentaba en una gran sala oscura donde se proyectaban increíbles historias de esperanza, comedia, terror, aventuras, de grandes héroes salvadores de la humanidad, enormes animales extintos, guerras en galaxias desconocidas, misterios que nos cautivaban por algo más de dos horas, es probable que haya perdido su brillo.
Desde que se estableció la medida de cuarentena obligatoria, la industria cinematográfica ha sido una de las más afectadas, se estima que la taquilla global el año pasado perdió entre 20 mil millones y 31 mil millones de dólares como resultado de la pandemia. Importantes producciones fueron detenidas, después de que el actor Tom Hanks, quien se encontraba filmando la película biográfica de Elvis Presley, se infectara con Covid-19 en Australia; otras filmaciones corrieron la misma suerte, entre ellas Misión imposible 7, Avatar 2 y 3, y Matrix 4, producciones de todo tipo fueron detenidas.
La Saga de «Tenet», el último thriller de Christopher Nolan, ejemplifica las dificultades a las que se han enfrentado directores y estudios de cine durante la pandemia del coronavirus. Inicialmente programada para llegar a los cines el 17 de julio de 2020, la película se retrasó, primero al 31 de julio y luego al 12 de agosto. Warner Bros posteriormente dijo que se lanzaría a finales de agosto, pero solo en ciertos países. Su estreno en Estados Unidos estaba programado para septiembre, y las ciudades «selectas», es decir, aquellas que habían aflojado las restricciones de bloqueo, obtenían prioridad. Los ejecutivos del negocio de cines se quejaron ya que cada uno de esos retrasos implicaba grandes pérdidas de dinero.
La pandemia ha arrasado con todo a su paso y el negocio del cine no ha sido una excepción. Los sets de filmación estuvieron cerrados durante meses. Se cancelaron las giras promocionales. Festivales como Cannes, donde se estrenan los grandes títulos del año, fueron cancelados o reconfigurados como eventos online. Muchos distribuidores optaron por reprogramar sus mayores éxitos de taquilla para 2021. Eso significará un exceso de películas de gran presupuesto, este bombardeo hace que sea poco probable que incluso los cinéfilos las puedan ver todas.
Covid 19 abrió nuevas ventanas. Con el público encerrado en casa, la pandemia también ha hecho que los servicios de transmisión en ascenso sean más poderosos. Netflix agregó 10,1 millones de nuevos suscriptores a nivel mundial en el segundo trimestre de 2020, frente a un pronóstico de 8,3 millones. Según Ofcom, un regulador de medios, los británicos pasaron un promedio de seis horas y 25 minutos al día en abril viendo televisión y contenido de video en línea, una hora y media más que en 2019.
Para algunos las cosas no fluyeron como se esperaba, la pandemia golpeo muy fuerte la casa de Mickey Mouse se estima que despidieron aproximadamente a 32 mil personas solo en los parques, y en más de 7,4 millones de dólares se calculan sus pérdidas. Sin embargo, en septiembre, Disney se arriesga y lanza su actualización de acción en vivo de “Mulan”, la cual costó 200 millones de dólares, en Disney+, su servicio de transmisión, por una tarifa adicional. Otros sufrieron grandes golpes financieros, NBC Universal, WarnerMedia, Viacom CBS, teniendo que sacrificar personal mientras se enfocaban en áreas de crecimiento, principalmente de transmisión.
Algunos cines han tenido que comprometer sus derechos de exclusividad. La decisión de Universal de lanzar «Trolls World Tour» en línea y en lugares limitados simultáneamente resultó en un nuevo acuerdo con AMC sobre estrenos teatrales y lanzamientos digitales. Los cines AMC solían proyectar una película de Universal durante 90 días antes de que se pueda descargar en línea, ahora ese período se ha cambiado de forma permanente a 17 días.
Grandes producciones cinematográficas, incluida The Batman de Warner Bros y Jurassic World: Dominion de Universal Pictures, retomaron el rodaje en otros países, como el Reino Unido y Nueva Zelanda, donde las tasas de infección son más bajas que en Estados Unidos. Las medidas de seguridad significan que los rodajes toman más tiempo y esto puede encarecer el film, debido a los costos de las pruebas y el saneamiento constante, así como los costos de un cierre debido a pruebas positivas en el set. La pandemia de COVID-19 ha cobrado un gran precio en la economía creativa del mundo cinematográfico, provocando la pérdida de aproximadamente 284.000 puestos de trabajo en instituciones de moda, entretenimiento, medios digitales e instituciones artísticas, según un informe.
Pero el efecto cascada no se detiene allí, para los Premios de la Academia, los cuales se llevarán a cabo en abril de 2021, se ha hecho una «excepción temporal» a las reglas para que las películas que se estrenaron en servicios de transmisión sean elegibles. Estas empresas habían eludido durante mucho tiempo las reglas anteriores al lanzar sus mejores películas en sus propios cines. Netflix obtuvo la mayor cantidad de nominaciones en relación con cualquier otro distribuidor en los premios Oscar en 2020, este cambio coloca a estas plataformas en una posición más fuerte.
No hay duda de que la industria del entretenimiento está cambiando drásticamente, para bien y para mal. Con la producción suspendida durante varios meses, la película promedio de Hollywood tarda 106 días en filmarse, por lo que se avecina una escasez de contenido nuevo. ¿Tendrá esta enorme industria, la capacidad de adaptarse nuevamente en tan poco tiempo sin perder su magia? ¿la incapacidad de ver una película en una pantalla grande y con sonido Dolby agotará su poder? Vamos a coger unas palomitas y a sentarnos a ver que sucede, porque una historia bien contada es suficiente para mantener la atención del espectador, ya sea una pantalla grande o pequeña.