Pedro Luis Martín Olivares – La economía de Brasil, la más grande de América Latina, se contrajo en un récord de 9,7 por ciento en el segundo trimestre de 2020, y se hundió en la recesión cuando los bloqueos del coronavirus afectaron, dijo el martes la agencia oficial de estadísticas.
Brasil se ha visto muy afectado por la pandemia, con el segundo número más alto de infecciones y muertes en todo el mundo después de Estados Unidos, y las medidas para contener el virus han cobrado un alto precio.
«El PIB está ahora al mismo nivel que a fines del 2009, en el apogeo de la crisis financiera mundial», dijo el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) en un comunicado.
Fue la mayor caída desde que comenzó el actual sistema de registros en 1996, dijo.
Hubo contracciones récord de 12,3 por ciento en el sector industrial y 9,7 por ciento en el sector de servicios, que en conjunto representan el 95 por ciento de la economía brasileña, dijo el IBGE.
«Estos resultados se refieren al pico del distanciamiento social, cuando muchas actividades económicas se paralizaron parcial o totalmente para combatir la pandemia», dijo en el comunicado la coordinadora de cuentas nacionales del IBGE, Rebeca Palis.
La contracción fue peor que el pronóstico promedio de 9.2 por ciento de 49 economistas encuestados por el diario económico Valor.
Sin embargo, fue mejor que la caída del 11,1 por ciento que los economistas pronosticaban en mayo.
A Brasil le fue mejor en el segundo trimestre que a muchas otras economías, incluidas Gran Bretaña (-20,4 por ciento), Francia (-13,8 por ciento), México (-17,1 por ciento) y Chile (-13,4 por ciento).
«El país sufrió una de las recesiones más modestas de Latinoamérica», dijo la consultora Capital Economics en una nota.
«Pero con la política fiscal lista para cambiar de viento de cola a viento en contra, es probable que el ritmo de la recuperación pierda impulso».
– Estímulo extendido, pero reducido a la mitad –
Los analistas dicen que la mejora de Brasil se debió en gran parte a la decisión del gobierno del presidente Jair Bolsonaro de lanzar un programa de estímulo masivo que ha estado pagando 600 reales (110 dólares) al mes a los 66,4 millones de brasileños más afectados por las medidas de bloqueo.
Eso es casi un tercio de la población.
Bolsonaro, quien enfrenta la presión de los halcones del déficit para que vuelva a controlar el gasto de emergencia, anunció el martes que el gobierno extenderá la medida por cuatro meses más, pero reducirá a la mitad el pago a 300 reales.
«El paquete fiscal brasileño fue brutal, absolutamente enorme», dijo a la AFP Margarida Gutiérrez, economista de la Universidad Federal de Río de Janeiro.
La economía de Brasil se contrajo un 2,5 por ciento revisado en el primer trimestre, cuando el impacto de la pandemia comenzó a golpear, dijo IBGE.
Desde entonces, Covid-19 se ha disparado en Brasil: el país ha registrado más de 3,9 millones de infecciones y 121.000 muertes.
La economía apenas se estaba recuperando de su recesión más larga en la historia, impulsada por las consecuencias de un escándalo de corrupción masivo centrado en el gigante petrolero estatal Petrobras.
Recuperándose del escándalo, que arrasó con una larga lista de los principales líderes políticos y ejecutivos de empresas, la economía se contrajo un 3,5 por ciento en 2015 y un 3,3 por ciento en 2016.
Los economistas encuestados por el banco central pronostican una contracción del 5,28 por ciento para el año 2020.
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Pedro Luis Martín Olivares
Economía y Finanzas
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