Pedro Luis Martín Olivares – 2020 ha sido un año de grandes desafíos, Covid-19 ha venido cambiando la manera en la cual vivimos y hacemos negocios. Adaptarse en medio de estas circunstancias ha sido el mayor reto para la economía global. China este mes de junio ha demostrado su gran poder de convocatoria celebrando su monumental Feria de Cantón, la edición 127 de la Feria de Importación y Exportación más grande de ese país, que tiene lugar en Guangzhou entre primavera y otoño, este año se llevó a cabo completamente On-Line entre el 15 al 24 de junio, con la presentación de más 1.8 millones de productos cargados estratégicamente en la plataforma dispuesta para esta actividad.
Hu Chunhua, Vicepresidente de la República Popular de China manifestó en el discurso de apertura de la Feria “…Covid-19 ha enviado la economía del mundo a una seria recesión…en los recientes meses hemos visto como se cancelan o posponen un número importante de eventos a nivel mundial, lo que ha tenido un gran impacto sobre el mercado internacional y la cooperación económica…”. Sin embargo, esta feria comercial fue la excepción.
En promedio en los últimos años más de 25.000 expositores y 200.000 compradores han participado en la feria anualmente. Este evento de 63 años de trayectoria ininterrumpida, este año ha innovado y adaptado completamente su formato para lograr ofrecer de manera segura al mundo una ventana donde pudiese fluir la oferta y la demanda, para garantizar la estabilidad de las cadenas industriales y de suministros a nivel mundial.
Xu Bing Subsecretario General de la Feria de Importación y Exportación de China dijo “… No estamos simplemente copiando el modelo de feria fuera de línea. En cambio, se nos ocurrió una nueva idea y un proceso de comercialización completamente nuevo, utilizando Internet, big data e inteligencia artificial…”. Durante los 10 días que duro el evento, el sitio web donde estaban presente más de 16 categorías de productos y 50 áreas de exhibición, los participantes que cuyo registro fue gratuito, no solo pudieron promocionar a través de imágenes y videos sus productos, sino que también pudieron realizar trasmisiones de marketing en vivo, tener enlaces directos de oferta y demanda, además la realización de la negociación podía concretarse en línea desde cualquier parte del mundo.
Después de un par de meses de suspensión total de actividades en un ámbito global, esta plataforma sirvió como un gran tanque de oxígeno para las necesidades que se están presentado por las diversas limitaciones de movilidad, para todos los sectores productivos, debido a que la pandemia ha evitado el traslado físico de la potencial demanda para ver los productos. Este año, con la ventaja de no estar limitados por el tiempo ni el espacio, los participantes tuvieron acceso en línea las 24 horas, saliendo así de los cubículos, pudiendo realizar su demostración con herramientas tecnológicas que trasladaban al visitante a un mundo virtual. La amplia gama de oferta se paseaba desde repuestos, maquinas industriales, equipos médicos, automóviles eléctricos hasta juguetes para perros y dispensadores de alimentos.
China se ha fortalecido a pesar de las dificultades, la amplitud y fuerza de su base industrial es una de sus dos grandes ventajas, el 28% de la fabricación mundial se genera allí. Este país es una potencia en cuanto a producción se refiere, y estos últimos meses ha quedado en evidencia, no hay lo que no se produzca, desde calzados de baja gama hasta biotecnología de punta. Y pese que los salarios han repuntado y no han dejado de afectar las estructuras de costos, la llave entre agrupaciones estratégicas, infraestructura de primera clase y fábricas mejoradas han garantizado la consolidación de China. Fuentes de opinión, manifiestan que la mayoría de los bits y bobs que acaban en los aparatos chinos son fabricados en China, el 16,6% del valor de las exportaciones de ese país se agregó del exterior en el año 2016, frente al 26,3% del 2005, cuya participación cayó estrepitosamente en electrónica según OCDE.
Se estima que en febrero China producía la mitad del suministro de máscaras faciales a nivel mundial, la ramificación del brote de Covid-19 por todo el mundo, permitió demostrar la imbatibilidad del asiático, paso de fabricar 10 millones de máscaras por día a 120 millones en un mes y eso no es más que el trabajo armónico de los factores antes mencionados y que forman la llave perfecta, garantizando que la cadena de suministro de este país funcione.
El vasto mercado que posee China es su segunda ventaja, a pesar de la presión, a pesar de la guerra comercial que le ha declarado la administración del presidente Trump, las empresas siguen apostando a este país. Un informe de la firma de investigación Rhodium Group público que «…En los últimos 18 meses, hemos registrado niveles de fusiones y adquisiciones extranjeras en China que no se vieron en la década anterior…», también se puede leer en el documento «…La mayor parte de esa actividad ha sido impulsada por empresas estadounidenses y europeas que aprovechan los límites más flexibles de la propiedad extranjera o apuestan por la demanda del consumidor chino…».
En mayo, Volkswagen invirtió 2.000 millones de euros en dos empresas chinas. El gigante automotriz alemán está tomando el control de su empresa conjunta con Anhui Jianghuai Automotive por 1.100 millones de dólares estadounidenses, marcando el primer caso de reforma de propiedad mixta de empresas automotrices estatales en China, que involucra capital extranjero. Así mismo, Tesla se sintió atraído por las bondades de este país y abrió su primera fábrica extranjera en Shanghai el año pasado.
Más allá de las amenazas del presidente estadounidense de desacoplarse con China y pese que la pandemia sigue causando estragos, una encuesta realizada por la Cámara de Comercio de Estados Unidos en ese país mostró que el 83% de las empresas encuestadas no contemplan dejar de hacer negociones dentro de las fronteras de esa sorprendente nación e incluso han aumentado recientemente su inversión. Si bien es cierto, que en los primeros cinco meses de este año, la inversión extranjera directa de China disminuyó un 3,8 por ciento interanual, juega su favor, el hecho de que el país ha neutralizado el coronavirus y las empresas han recuperado el 90% de su normalidad.
Muchos países son conscientes de la destreza manufacturera de China y de qué los hace vulnerables a la escasez de productos críticos. En abril, Japón destinó 2.200 millones de dólares para ayudar a sufragar los costos de los fabricantes que abandonan China. Los funcionarios europeos han advertido sobre la dependencia excesiva de China, especialmente para productos médicos. Desde India hasta Taiwán, los gobiernos están ofreciendo préstamos, tierras baratas y otros incentivos para atraer a las empresas de China. Pero, tales incentivos rara vez han funcionado en el pasado.
Mientas las potencias del mundo se encuentran sorteando todavía los embates del virus, China le da opciones al mundo, abriendo ventanas donde las puestas todavía permanecen cerradas, ofreciendo la posibilidad a los exportadores de participar en el mercado, permitiendo además el crecimiento de la economía de ese país. Ciertamente, no es lo que inicialmente estaba proyectado, pero con certeza es una de las pocas economías que probablemente crezca.
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Pedro Luis Martín Olivares
Economía y Finanzas
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