Buttonwood y los nuevos paradigmas económicos

Pedro Luis Martín Olivares – El gran atractivo de los mercados emergentes es su falta de atractivo superficial

Bill Hicks, un cómico estadounidense con crítica social mordaz y pasmosa honestidad que bajo los focos se convirtió en el cómico posmoderno mas querido de los años 90 en ese país; en uno de sus actos se detuvo en medio de la sala y acto seguido, él pedió que cualquiera en la audiencia que trabajara en publicidad o marketing se suicidara. Porque según él, este era el único camino a la redención que ahora quedaba abierto para ellos. Como era de suponerse todos rieron y nadie aceptó su invitación. Sé lo que piensa la gente de marketing, dijó él. El dólar anti-marketing, ese es un buen mercado. Mira nuestra investigación. Bill es inteligente para aprovecharlo.

Cada vez que considero el caso de los mercados emergentes, me viene a la mente las palabras de este hombre. Para los inversores profesionales, desviar el capital del mercado de valores de Estados Unidos a otros lugares menos bendecidos parece una invitación al suicidio profesional. La fortaleza continua del dólar es la criptonita para los mercados emergentes. Sienten el daño de la guerra comercial con mayor intensidad. Claro, los mercados emergentes parecen baratos. Pero no hay una ley que diga que no pueden ser incluso más baratos.

No obstante, existen otros atractivos aparte de lo barato, hay otro lado menos apreciado de los mercados emergentes. Estas economías tienden a estar despobladas, por lo tanto, corren menos riesgo de una sobreoferta repentina de vendedores sobre compradores, lo mas interesante es que cada escenario, presenta una oportunidad distinta. Se pudiese decir entonces, que la preocupación latente para los inversores sería que persiguen los mismos activos: los bonos gubernamentales más seguros; bonos corporativos de grado de inversión; acciones tecnológicas; y activos en dólares en general. Ahora bien, mientras más inversionistas ingresen a estos mercados, mayor será el riesgo de apresurarse hacia la salida y no hay suficientes compradores nacionales para reemplazarlos.

Entonces, ¿merecemos vivir en una constante crisis?, ¿se pudiese decir que los mercados emergentes están en desgracia? Uno de los principales temores para los inversionistas, es que estos paises son propensos a las crisis. Sino, miremos a la argentina. Se ha movido con una velocidad impresionante desde el default hasta el mercado de los mercados emergentes y luego, sin obstáculos por un paquete de soporte del FMI de $ 57 mil millones, de vuelta al borde del default. Pero el miedo a las crisis no es el único motivo de precaución. Los índices de acciones de mercados emergentes, como el índice de referencia de MSCI, se inclinan fuertemente hacia Factory Asia y, por lo tanto, hacia la cadena de suministro de China. Esto coloca a los inversores en la primera línea de la guerra comercial. Incluso lejos de las trincheras, hay mucho de qué preocuparse. India no ha podido arreglar sus bancos en quiebra. La política frenética del ANC en Sudáfrica se interpone en el camino de reformas muy necesarias. Rusia carece de una historia convincente de crecimiento económico y  la lista continúa.

Los mercados emergentes más grandes tienden a tener monedas que flotan libremente. Esto milita en contra de la acumulación de deudas externas y presiones internas. Sus bancos centrales independientes apuntan a una baja inflación. La mayoría de los 25 mercados emergentes que figuran en la página de indicadores de The Economist tienen una inflación por debajo del 4%. Está en dos dígitos en solo dos: Argentina y Pakistán. La inflación baja y estable ha permitido que el mercado local de bonos gubernamentales se profundice. La carga de la deuda financiada con vencimientos cortos hace que los países sean más propensos a las crisis. La deuda a largo plazo los hace más estables. Según el FMI, el mercado emergente promedio tiene una deuda pública del 54% del PIB, alrededor de la mitad de la norma de los países ricos. El vencimiento promedio de la deuda es similar, alrededor de los siete años.

Todo esto ha hecho que los mercados emergentes sean mucho menos frágiles. Sin embargo, los activos se negocian con descuento. La relación precio / ganancias para el índice MSCI de acciones de mercados emergentes está por debajo de su promedio desde mediados de la década de 1990. Se ve aún mejor valor en comparación con el del mundo rico. El índice de precio de las acciones de S & P 500 rara vez ha sido más caro en relación con las acciones de los mercados emergentes de lo que es ahora (ver gráfico). 

Ahora bien, ese mundo económico que se conocía y de donde se derivaron todos esos acuerdos como el caso de Buttonwood, que han venido rigiendo los mercados desde tiempos inmemorables, con  EE.UU. a la cabeza, una Europa complaciente en vías de mayor cooperación, un bloque soviético que apenas tenía alguna transcendencia en la economía global, China apenas aparecía en el escenario; la India, un Estado dominado por la pobreza endémica y unos países denominados en vía de desarrollo, los cuales carecían de cualquier protagonismo, eso ya no existe. Sin duda alguna, este polo del mundo económico hoy día ya no es así, se esta dibujando de manera distinta ¿Es necesario cambiar las viejas reglas de juego?. 

El bloque soviético desaparecio, Europa ya no es aquella comunidad de países más o menos coordinados en un mercado común, China es hoy la segunda economía mundial por PIB y India es la septima; asimismo, ya nadie habla de países en vía de desarrollo. Si bien es cierto, que es difícil generar mucho entusiasmo por el liderazgo o las trayectorias de crecimiento de todos estos países. Y que además, hay pocas o cautivadoras historias de reforma y renovación. El atractivo de los mercados emergentes radica en su propia falta de atractivo superficial. Una chispa brillante de marketing debería poner eso en una valla publicitaria.

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Pedro Luis Martín Olivares
Economía y Finanzas

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