Pedro Luis Martín Olivares – Airbnb (NSDQ: ABNB) se convirtió el jueves en el último «unicornio» en salir a bolsa. Un unicornio es una empresa de nueva creación privada valorada en más de mil millones de dólares. Después de subir el precio varias veces debido a la alta demanda, ABND se hizo pública a 68 dólares por acción.
A ese precio, la empresa está valorada en 47.000 millones de dólares. Nada mal para una empresa que tuvo serios problemas financieros hace nueve meses. En ese momento, la pandemia de coronavirus en rápida escalada obligó a los vacacionistas a cancelar sus planes de viaje.
Lo sé, porque yo era uno de ellos. Había reservado una propiedad de Airbnb en la ciudad de Nueva York para participar en el TD 5 Boro Bike Tour programado para mayo. Ese evento se canceló, por lo que Airbnb me otorgó un crédito para que mi depósito lo use en el futuro.
Eso está bien para mí. Es solo cuestión de tiempo hasta que pueda tomarme unas vacaciones. Cuando lo haga, probablemente usaré mi crédito con Airbnb. Pero no le hizo ningún bien al dueño de la propiedad. Perdió una venta. Afortunadamente, el gobierno federal incluyó a los propietarios de propiedades de alquiler en su paquete de ayuda financiera de emergencia para ayudarlos a seguir siendo solventes.
Airbnb tuvo que proporcionar datos extensos sobre su situación financiera para salir a bolsa. Sin embargo, no hay tanta información disponible sobre cómo les está yendo a los propietarios individuales.
No puedo evitar preguntarme cómo se mantendrán si el pico actual de COVID-19 persiste durante el próximo año más de lo esperado. ¿Los rescatará el gobierno federal una vez más o estarán solos esta vez?
Ese es un punto crítico que los inversores deben considerar. El modelo comercial de Airbnb depende de que sus anfitriones proporcionen propiedades para que sus clientes las renten. Sin ellos, todo el negocio se va por el desagüe.
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Pedro Luis Martín Olivares
Economía y Finanzas
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