No hay comparación para las dimensiones de esta crisis

En Jaque se encuentra la inversión en el suministro de petróleo

Pedro Luis Martín Olivares -A pesar de que se han flexibilizado los bloqueos y han regresado al trabajo muchos de los empleados, los vuelos domésticos se han recuperado en algunos países y uno que otro sector se ha puesto en marcha, la economía sigue estando en problemas.

El temor desde una segunda ola de infección  ha invadido Beijín, donde fue cerrado el viernes un mercado de alimentos. La India ha sido duramente golpeada esta semana pasada, luego de disminuir las medidas y registrando un nuevo record en sus estadísticas de contagios. En Estados Unidos más de media docena de estados mostraron preocupación porque las camas de sus hospitales estaban siendo ocupadas nuevamente de manera alarmante. Parecía que mayo iba a ser el mes donde el mundo retomaría su insulsa cotidianidad.

Después de un mes de abril nefasto, por muchos llamado “abril negro” el mundo se encontró completamente aislado a consecuencias del Covid-19 y de seguro ni Nostradamus  profetizó situación semejante, la demanda de petróleo ralló en sus números más bajos en la historia, con una caída en la demanda de 29 millones de barriles por día. El 20 de abril, el contrato de futuros de petróleo de Estados Unidos cayó por debajo de cero por primera vez, ya que algunos comerciantes pagaron a los compradores para que les quitaran el petróleo de las manos. Los precios del crudo se desplomaron en abril debido a la débil demanda por el brote de la pandemia, así como las exportaciones del Medio Oriente. Las existencias de la industria aumentaron significativamente por la insulsa demanda, de 68 millones de barriles a más de 2.900 millones de barriles. Así mismo, el almacenamiento flotante de petróleo crudo aumentó en 9.9 millones de barriles a 123.8 millones de barriles.

La situación en mayo, impulso a los productores de petróleo a tomar medidas contundentes, implementando un corte del suministro. Una reducción sin precedentes de 9.7 millones de barriles diarios. Sin embargo, no todos los países miembros acataron las mediadas, para una tasa de cumplimiento del 82 por ciento. No todos los países miembros han cumplido con este acuerdo como Iraq y Nigeria que han estado haciendo esfuerzos para lograr los recortes. La producción estadounidense cayó alrededor de 2 millones de barriles por día entre marzo y mayo. Estas medidas han ayudado a recuperar el precio del barril de crudo Brent, el cual se situaba en menos de 17 dólares a mediados de abril a 42 dólares el 5 de junio.

 Este 6 de junio, la OPEP anunció que extendería los recortes un mes más. No obstante, Arabia Saudita sorprendió a los mercados cuando manifestó que no mantendría su promesa de recortar alrededor de 1 millón de barriles diarios más allá del acuerdo inicial de la OPEP. Situación que podría preocupar, ya que es posible pensar que se está gestando una oposición dentro de la organización. 

Varias fuentes estiman que la producción de petróleo crudo de los E.E.U.U cayó de un récord de 12,9 millones de barriles diarios en noviembre de 2019 a 11,4 millones de barriles diarios en mayo de 2020. Esta disminución se produjo luego del informe de Baker Hughes sobre la menor cantidad de equipos de perforación activos en los EE. UU. en sus registros, los cuales se remontan a 1987, y se espera que esta disminución continúe hasta marzo de 2021. Esto a consecuencia, de que los precios se encuentran todavía por debajo del punto de equilibrio para la mayoría de los productores. Es probable que la producción de esquisto de Estados Unidos caiga en unos 2 millones de barriles diarios o más este año.

Los bajos precios del petróleo y la débil demanda relacionada con la pandemia de coronavirus han afectado a operadores de todo el mundo. A menos que los precios del petróleo vuelvan a los niveles anteriores a la pandemia, la industria del esquisto estadounidense podría colapsar, esto lo advirtió el pasado miércoles el Instituto de Economía y Paz, un grupo de expertos australiano, en un nuevo informe. Además, la caída del precio del petróleo probablemente afectará la estabilidad política de algunos de los mayores productores de la OPEP, incluidos Arabia Saudita e Irak, así como Irán, dijo el grupo de expertos.

La inversión global en el suministro futuro se ha derrumbado. La Agencia Internacional de Energía, un pronosticador intergubernamental, estima que la inversión inicial este año caerá a su nivel más bajo desde 2005. Goldman Sachs espera que la producción fuera de la OPEP se estanque en la década de 2020, debido no a la geología o incluso a la demanda, sino a la falta de inversión. Bernstein, una firma de investigación, cree que el suministro no OPEP, que representa aproximadamente el 60% de la producción mundial, puede alcanzar su punto máximo en 2025.

La difícil situación ha puesto en jaque al sector de hidrocarburos, ha ensombrecido todos los escenarios. En Pakistán, varias ciudades  están presenciando largas colas de vehículos para abastecer de combustible. Los precios de la gasolina y el diésel se han triplicado. El gobierno paquistaní ha culpado a las compañías de comercialización de petróleo por crear escasez artificial. Las empresas culpan a la Dirección General de Petróleo de la División de Petróleo. En Rusia el mal manejo del mayor derrame de petróleo del Ártico enfureció al presidente ruso Putin, lo que podría dar paso a la regulación ambiental del país. El presidente reprendió públicamente a Vladimir Potanin, el mayor accionista de Nornickel, por no actualizar el tanque de petróleo de la empresa antes de que se filtrará. 

Exxon Mobil Corp. retrasará un año la puesta en marcha de la expansión de su refinería Beaumont en la costa del golfo de Texas, ya que la compañía resiste la baja demanda de productos derivados del petróleo y busca ahorrar dinero en medio de la pandemia. El proyecto convertirá a Beaumont en la refinería más grande de los EE. UU. y ahora estará en funcionamiento en algún momento del 2023, lejos de sus expectativas iniciales en comparación. Grades proyectos en Noruega y en la costa de Brasil, donde el petróleo es de difícil acceso por encontrarse bajo gruesas capas de sal en el  fondo del mar, no tienen futuro cierto.

La exacerbación de la inversión fue lo suficientemente fuerte como para provocar un debate sobre la oferta futura. El gasto anterior en petróleo y gas el año pasado fue un 43% inferior al de 2014. Bernstein examinó las 50 compañías de energía más grandes que cotizan en bolsa fuera de la OPEP y la antigua Unión Soviética. En 2019, estas reinvirtieron un promedio del 64% de su flujo de caja operativo. El promedio a largo plazo fue del 87%.

La euforia de la década del 2000, ha mermado, esa época cuando el mundo temía que el petróleo se acabara y los inversionistas recorrían el mundo en busca de proyectos ya no existe. La moneda se voltéo. El flagelo del Covid-19 ha hecho que se cierren pozos y se clausuren plataformas, ha cancelado o demorado proyectos y puesto en jaque las inversiones. 

En cuanto al esquisto estadounidense, ese que lo convirtió de un país importador de petróleo a uno exportador en cuestión de años; la firma de datos Platts, espera que aumente brevemente este verano, a medida que los precios se recuperen. Sin embargo, la producción de esquisto es enorme y los descensos en la producción de pozos son pronunciados. Las mejoras en la productividad se han ralentizado. Los inversores pueden encontrar mejores rendimientos en otros lugares. Situación que favorece a la OPEP y sus aliados, que han sido maltratados en la última década. Entre el 2014 y el 2016 estos libran una ardua batalla de precios fallidos para acabar con los frackers estadounidenses. Desde entonces, sus países miembros, liderados por Rusia, han elevado los precios del petróleo lo suficiente como para mantener el esquisto, pero no tanto como para respaldar los presupuestos internos de muchos miembros. En marzo, Arabia Saudita instó a Rusia a recortar la producción, Rusia se negó. La guerra de precios que siguió fue espectacularmente improductiva, ya que coincidió con la mayor caída en la demanda de petróleo registrada.

No hay comparación para las dimensiones de esta crisis. La firma de datos Rystad Energy, considera que entre el 10% y el 15% de los 3 millones de barriles diarios que se cerraron el mes pasado no se reiniciaran, principalmente en Estados Unidos y Canadá. Es poco probable que los inversores se aventuren a apostar en el sector energético, después de esta catástrofe sobrevenida, son muchos los factores que están en juego y es probable que más activista como Greta Thunberg aparezcan en escena exigiendo más regulaciones ecológicas para lavar sus pecados y un repunte de la demanda es incierta. Michele Della Vigna, de Goldman Sachs, ha comentado que el ciclo histórico de altos precios, inversión y oferta puede estar en su etapa más crítica. 

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Pedro Luis Martín Olivares
Economía y Finanzas

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