Pedro Luis Martín Olivares – El Gobierno británico empieza a negociar este lunes, casi un año después del referéndum europeo, la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
Pero, tiene una posición débil tras perder la mayoría absoluta en las elecciones del 8 de junio, pero con el objetivo final de alcanzar un acuerdo comercial con el bloque europeo.
El ministro para la salida de la UE, el conservador David Davis, es el negociador británico en Bruselas, donde se sienta este lunes cara a cara con su colega comunitario, Michel Barnier, para iniciar un complicado y tenso proceso de salida que dejará al bloque, en marzo de 2019, sin una de las grandes economías europeas.
Estas conversaciones, que fueron postergadas por los comicios británicos, empiezan casi tres meses después de que la primera ministra, Theresa May, invocara el Artículo 50 del Tratado de Lisboa, que activa la cuenta atrás para la salida del Reino Unido.
Las negociaciones empiezan cuando faltan cinco días para que se cumpla un año desde que los británicos votaron en un histórico referéndum a favor del “brexit”, que pondrá fin a más de 40 años de la participación del Reino Unido en el club comunitario.
Una de las metas de Londres es sellar un acuerdo comercial entre ambas partes, que el Gobierno británico confiaba en negociar en forma paralela a las conversaciones de salida, sin embargo se trata de un punto no recibido con buenos ojos por Bruselas.
Muy debilitada al perder la mayoría absoluta en las elecciones generales anticipadas, May puede verse obligada a replantear sus objetivos de negociación y decantarse por un llamado “brexit suave”, la retirada pero con acceso al mercado único y la unión aduanera.
Hasta ahora, la “premier” se había planteado un “brexit duro”, la retirada del mercado único para poder controlar la inmigración, una posición que ha despertado la inquietud del Gobierno nacionalista escocés y de la colonia británica de Gibraltar, partidarios de seguir teniendo acceso al mercado comunitario.
El portavoz laborista del “brexit”, Keir Starmer, admitió hoy que su país deberá aceptar el fin del libre movimiento de personas, pero dijo que la unión aduanera debería estar “sobre la mesa”.
Al mismo tiempo, Starmer criticó a May, en declaraciones a la BBC, por la crisis que ha provocado al no obtener, como quería al adelantar los comicios generales, un mandato fuerte y estable.
“Creo que la primera ministra nos ha metido en un lío. No tiene mandato aquí y no tiene autoridad en el extranjero y las negociaciones empiezan mañana”, subrayó Starmer.
Al notificar por carta a Bruselas la intención británica de salir de la UE el 29 de marzo, May desveló los objetivos de negociación, que incluye resolver la situación de los 3,2 millones de ciudadanos comunitarios que viven en el Reino Unido y de los 1,2 millones de británicos que residen en otros países de la Unión.
Pedro Luis Martín Olivares
Economía y Finanzas
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