Pedro Luis Martín Olivares – La oscilación de precios por un mismo producto se hace evidente en el país debido, entre otros factores a la falta de efectivo que obliga a los usuarios a elegir cancelar con porcentajes de ganancia de hasta el 30% del valor del costo de un mismo producto dependiendo su modalidad de pago, sea por punto de venta o transferencia bancaria.
Cada vez son más frecuentes los anuncios de “solo efectivo” o “no hay punto” en los locales comerciales, mayoritariamente del sector informal, quienes, al obligar a los usuarios a cancelar con medios electrónicos usan estos mecanismos para establecer márgenes de ganancia de hasta 30% más de la establecida en la ley de Precios Justos.
Los comerciantes aluden a dicho sistema como un modo de sortear la crisis y proteger su inversión en medio de la vorágine inflacionaria que experimenta la ciudadanía, quien cada vez se ve más imposibilitada a hacerse con los productos y servicios de primera necesidad. A su vez, al modificar los medios tradicionales de pago les permite establecer una cuota adicional para el usuario que modifica el precio final del producto, lo que contribuye a agravar la crisis puesto que potencia el surgimiento de mafias del efectivo, el bachaqueo entre otros ilícitos.
Por su parte largas colas en los cajeros electrónicos y en las entidades financieras evidencian la ausencia del cono monetario por lo que los usuarios acceden a cancelar sus consumos bajo estas condiciones; muchas veces compran el efectivo con un interés de hasta el 100% de su valor.
Economistas señalan estos fenómenos como propios de la hiperinflación, motivados por la depreciación del bolívar, la falta de confianza en el sistema financiero entre otras consecuencias debido a las políticas erradas en materia macroeconómica, mientras el oficialismo alude a la “guerra económica” y al imperialismo estadounidense como responsable de estas distorsiones que día a día experimenta el venezolano.
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Pedro Luis Martín Olivares
Economía y Finanzas
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