Pedro Luis Martín Olivares – Al borde de la quiebra, el Banco Popular de España fue comprado al precio simbólico de un euro por el Banco Santander, principal entidad financiera de este país ibérico.
En efecto, la operación es resultado de un proceso competitivo de venta, organizado en el marco de un esquema de resolución adoptado por la Junta Única de Resolución de la Unión Europea y ejecutado por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
El Santander lo informó mediante un comunicado remitido este miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
El FROB, organismo creado durante la crisis financiera española, adoptó esta decisión después de que el Banco Central Europeo (BCE) determinó la víspera la inviabilidad del Popular, cuyas cuentas se vieron lastradas por los activos inmobiliarios.
La operación de compra se produce luego de que el Popular, sexta entidad bancaria de esta nación, perdió en bolsa más del 50 por ciento de su valor en los últimos días y sufrió un deterioro significativo en su posición de liquidez, explicó el BCE.
Y es que con esta medida se garantiza la seguridad de los depositantes del deficitario banco y la ausencia de impacto para las finanzas públicas, subrayó el Santander, que tiene previsto realizar una ampliación de capital de unos siete mil millones de euros.
Tras la adquisición, el Santander será el mayor banco en créditos y depósitos en España, con 17 millones de clientes y una cuota de mercado en crédito del 20 por ciento, informó la propia institución, una de las más grandes de Europa.
De hecho, el ministro español de Economía, Luis de Guindos, aseguró que se trata de una “buena salida para el Banco Popular”, pues implica la máxima protección a los depositantes y la continuidad de la actividad.
De Guindos destacó que la operación se realiza sin la utilización de recursos públicos y sin que se produzca ‘un eventual contagio entre riesgo soberano y bancario, como ocurrió en épocas pasadas’.
Extraoficialmente se supo que los actuales accionistas y tenedores de deuda del Popular perderán el 100 por ciento de su inversión tras la compra de la entidad por parte del Santander.
Los titulares de cuentas y de depósitos, sin embargo, no sufrirán deterioro alguno, sea cual sea el importe de sus ahorros.
No obstante, accionistas y bonistas podrán acudir a los tribunales, eventualidad que ya tuvo en cuenta el Santander, que podría destinar parte de su ampliación de capital de siete mil millones de euros a cubrirse contra estas posibles contingencias, agregaron esos reportes.
Pedro Luis Martín Olivares
Economía y Finanzas
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