Pedro Luis Martín Olivares – Tras el auge de las criptomonedas y el alivio que suponen dentro del cada vez más enrevesado mundo económico nacional, los venezolanos hallan en las criptomonedas un espacio que genera confianza y apuestan por la minería como actividad secundaria.
La disolución del sistema económico venezolano, tanto sus instituciones como su funcionabilidad, la aguda crisis económica que vive la población y el auge a nivel mundial del crypto han hecho posible la reinversión del venezolano en el caótico sistema financiero que pese a que está en camino de elecciones presidenciales no muestran sino la continuidad del modelo que llevó al país petrolero a la quiebra.
La persistencia del discurso populista y la alternativa totalmente opuesta del contrincante suman la desconfianza, ya generalizada del ciudadano común, que busca maneras de reinventarse y sobrevivir en un país que ostenta los índices de inflación y decrecimiento más altos del mundo.
Las criptomonedas se han vuelto tendencia que incluso ya influencia el marcaje de precios de monedas alternativas al maltrecho Bolívar; el bitcoin se usa como referencia en el marcaje de tasas de varios portales web de compra y venta de divisas y en días anteriores el país suramericano batió records de transacciones con criptomonedas por más de un millón de dólares.
Bitcoin sobre el petro
Pese a que el petro es la alternativa oficial es poca la información reseñada en cuanto a su comportamiento; tras su emisión en febrero del presente año y su aparente “éxito” no representa una alternativa que recoja la confianza de los usuarios de este mercado en ascenso; si bien, el gobierno del presidente Nicolás Maduro ha hecho notorios esfuerzos por promover la cryptoindustria en el país no son los petros los que llevan la ventaja.
Por su parte, la minería digital, una actividad lícita en el país va consolidándose como una actividad económica secundaria que, de seguir así el comportamiento económico con claras tendencias al empeoramiento, podría desplazar en poco tiempo al trabajo tradicional debido a las pésimas políticas laborales y de salario.
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Pedro Luis Martín Olivares
Economía y Finanzas
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