Pedro Luis Martín Olivares – Las perspectivas de Inversiones Extranjeras Directas (IED) para América Latina y el Caribe en 2017 siguen siendo sombrías.
De hecho, cayeron 14 por ciento frente al año anterior, evaluó una agencia de Naciones Unidas.
En 2016, el flujo de IED hacia el área bajó a 142 mil millones de dólares, lo que representó el quinto año consecutivo de contracción.
Según particularizó, las entradas de IED a Sudamérica cayeron 14 puntos porcentuales, al totalizar 101 mil millones de dólares como reflejo de la recesión económica, los bajos precios de los productos básicos y el aumento de la inestabilidad monetaria.
Para Brasil, el principal receptor de IED en la región, el retroceso fue de nueve por ciento, al captar un monto de 59 mil millones de dólares.
Las entradas, observó la Unctad, también se contrajeron en otros territorios de América del Sur exportadores de recursos naturales no renovables, entre ellos Bolivia, Chile, Ecuador y Perú.
De acuerdo con el estudio, en Centroamérica la baja fue de 14 puntos porcentuales, a 38 mil millones de dólares; en tanto, México sufrió una drástica reducción de 19 por ciento, al sumar apenas 27 mil millones de dólares.
Las corrientes hacia el Caribe, excluidos los centros financieros, se redujeron en proporción de nueve por ciento, a tres mil millones de dólares, aunque con importantes diferencias por países.
Un aumento de las corrientes de IED hacia la República Dominicana, del nueve por ciento a dos mil millones de dólares, no bastó para compensar la disminución en Jamaica y Trinidad y Tabago, comentó la Unctad.
Mientras, las salidas de IED de las empresas multinacionales de la región bajaron 98 por ciento, al sumar 751 millones de dólares; ello se debió a importantes cambios en las corrientes de préstamos intraempresariales, que llevaron la inversión total en el exterior a una desinversión neta general de activos extranjeros en Brasil y México.
Al mismo tiempo, valoró la entidad, los flujos de financiamiento dentro de los grupos registraron fuertes afectaciones por el incremento de la inversión inversa en instrumentos de deuda, pues las filiales extranjeras canalizaron el capital tomado en los mercados de deuda hacia sus empresas matrices latinoamericanas.
‘Las perspectivas de la IED para América Latina y el Caribe en 2017 siguen siendo sombrías. Se prevé que el crecimiento económico se mantendrá muy por debajo de las tasas asociadas con las mayores entradas registradas en años anteriores’, sintetizó el texto.
En particular, consideró, es probable que la inversión en las industrias dedicadas a las extracción de recursos naturales prosiga de forma moderada.
La IED hacia la región “probablemente también se vea afectada por la incertidumbre relativa a la formulación de las políticas económicas en los Estados Unidos”
Pedro Luis Martín Olivares
Economía y Finanzas
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