Pedro Luis Martín Olivares – Los compradores globales enfrentan una posible escasez de teléfonos inteligentes y otros productos antes de Navidad después de que los cortes de energía para cumplir con los objetivos oficiales de uso de energía obligaron a las fábricas chinas a cerrar y dejaron algunos hogares en la oscuridad.
En la ciudad nororiental de Liaoyang, 23 personas fueron hospitalizadas por intoxicación por gas después de que se cerrara la ventilación en una fábrica de fundición de metales luego de un apagón, según la emisora estatal CCTV. No se reportaron muertes.
Las fábricas permanecieron inactivas para evitar exceder los límites de uso de energía impuestos por Beijing para promover la eficiencia. Los economistas y un grupo ambiental dicen que los fabricantes agotaron la cuota de este año más rápido de lo planeado, ya que la demanda de exportaciones se recuperó de la pandemia del coronavirus.
Un proveedor de componentes para los iPhones de Apple Inc. dijo que suspendió la producción en una fábrica al oeste de Shanghai por orden de las autoridades locales.
La interrupción de las vastas industrias manufactureras de China durante una de sus temporadas más ocupadas refleja la lucha del gobernante Partido Comunista por equilibrar el crecimiento económico con los esfuerzos para controlar la contaminación y las emisiones de gases que cambian el clima.
«La determinación sin precedentes de Beijing de hacer cumplir los límites de consumo de energía podría resultar en beneficios a largo plazo, pero los costos económicos a corto plazo son sustanciales», dijeron los economistas de Nomura Ting Lu, Lisheng Wang y Jing Wang en un informe el lunes.
Dijeron que el impacto podría ser tan severo que recortaron su pronóstico de crecimiento económico para China a 4.7% desde 5.1% respecto al año anterior en el trimestre actual. Recortaron su perspectiva de crecimiento anual al 7,7% desde el 8,2%.
Los mercados financieros globales ya estaban nerviosos por el posible colapso de uno de los desarrolladores inmobiliarios más grandes de China, Evergrande Group, que está luchando por evitar un incumplimiento de miles de millones de dólares de deuda.
Los fabricantes ya enfrentan escasez de chips de procesador, interrupciones en el envío y otros efectos persistentes del cierre global de viajes y comercio para combatir la pandemia de coronavirus.
Los residentes del noreste de China, donde las temperaturas otoñales están bajando, informan sobre cortes de energía y hacen un llamamiento en las redes sociales para que el gobierno restablezca los suministros.
La crisis se produce cuando los líderes mundiales se preparan para asistir a una conferencia ambiental de la ONU por enlace de video del 12 al 13 de octubre en la ciudad suroccidental de Kunming. Eso aumenta la presión sobre el gobierno del presidente Xi Jinping, como anfitrión de la reunión, para demostrar que se está apegando a los objetivos de emisiones y eficiencia energética.
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Pedro Luis Martín Olivares
Economía y Finanzas
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