Pedro Luis Martín Olivares – Tras meses de volatilidad política y económica, las condiciones de negocios en Brasil no terminan de florecer. Y para muestra un botón.
El Índice de Gerentes de Compra (PMI) agrupado por la firma Markit descendió a una cifra desestacionalizada de 50 en julio, desde 50,5 en junio, el menor nivel en tres meses.
Según analistas, esa lectura de 50 revela que las condiciones de negocios no mejoraron o empeoraron para los manufactureros.
Así, el crecimiento del sector de manufacturas de Brasil se estancó durante el sexto mes del 2017, acorde con un sondeo privado que detalla un ritmo lento y dispar de la recuperación de la mayor economía de América Latina.
Como se sabe, la economía de Brasil es la mayor economía de América Latina en cuanto a PIB y la segunda de toda América, la séptima a nivel mundial según el FMI, el The World Factbook de la CIA, y el Banco Mundial.
Con un PBI (Producto Interno Bruto) en valor de paridad de poder adquisitivo (PPA) de $2.139.237 millones de dólares en 2008.
Según las estimaciones del FMI, Banco del Sur y el Banco Mundial, la economía de Brasil en las décadas siguientes, debe estar entre las cinco mayores potencias del mundo, junto a China, Estados Unidos, India y México.
Considerando la población estimada para el año del 2008 (190 millones de personas), la renta per cápita ascendería a $12.007 dólares. Las exportaciones brasileñas alcanzan los 200.336 millones de dólares.
La economía de Brasil se ha convertido en una de las principales del mundo, a partir de 2003, propiciado por un incremento del volumen y precio de la demanda internacional de materias primas, básicamente minerales, petróleo, carbón, y carne que fue acompañado de la entrada de nuevos capitales y un conjunto de reformas estructurales.
Se consiguió así alcanzar una mayor estabilidad macroeconómica y una reducción de los niveles de pobreza, con una expansión de los programas de asistencia social para los pobres.
Brasil afrontó la crisis económica iniciada en 2008 con un mayor margen de maniobra que en ocasiones anteriores. La caída del PIB en 2009 fue solo del 0,3% y en 2010 subió con fuerza al llegar al 7,5%.
Sin embargo desde 2011, se advierte un agotamiento del modelo de crecimiento experimentado hasta ese momento y la existencia de algunas limitaciones estructurales al crecimiento, que no acaba de despegar, a pesar de que cuenta con importantes recursos naturales, una población relativamente joven y estabilidad política y económica.
Su economía es relativamente cerrada, tiene unos US$349.000 millones en reservas internacionales.
En el 2009: El volumen de ventas minoristas en Brasil registró un aumento desestacionalizado de 1,5 en febrero y prolongó así el leve repunte de enero, informó el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE). Las ventas minoristas crecieron un 3,8% interanual en febrero
Con el descenso del Índice de Gerentes de Compra (PMI) se pone fin a tres meses seguidos de avances. Las firmas continuaron recortando empleos como parte de los esfuerzos por disminuir costos, extendiendo las pérdidas de puestos de trabajo al vigésimo noveno mes.
«El mensaje clave de estos últimos datos del PMI es que las fábricas en Brasil aún enfrentan algunos vientos en contra», dijo la economista de Markit Pollyana de Lima.
Sabías que puedes leer esta noticia en Telegram
Pedro Luis Martín Olivares
Economía y Finanzas
Sé el primero en comentar en «La manufactura brasileña se estancó en julio»