La industria bancaria y el COVID-19

Pedro Luis Martín Olivares - La industria bancaria y COVID-19
Pedro Luis Martín Olivares - La industria bancaria y COVID-19

Pedro Luis Martín Olivares – Según muchas medidas, la industria bancaria de EE. UU. Entró en 2020 con buena salud. Pero el brote generalizado del virus COVID-19 y las perturbaciones económicas asociadas han provocado que el desempleo se dispare y que muchas empresas suspendan o reduzcan significativamente sus operaciones. En este artículo, consideramos las implicaciones de la pandemia para la estabilidad del sector bancario, incluido el impacto potencial de las suspensiones de dividendos en los índices de capital bancario y el uso de reservas de capital regulatorio de los bancos.

Antes de que podamos considerar cómo la política regulatoria puede reforzar la capacidad de los bancos para otorgar préstamos durante la crisis, necesitamos proyecciones que capturen los resultados potenciales para los bancos. El Banco de la Reserva Federal de Minneapolis y un documento de trabajo del Centro Hutchins consideraron el efecto de escenarios severos sobre el capital bancario. Más recientemente, la Reserva Federal publicó análisis de sensibilidad para capturar la crisis actual en su divulgación anual de los resultados de las pruebas de resistencia.

Hemos realizado nuestro propio análisis para comprender el impacto de los escenarios macroeconómicos en el desempeño bancario. Consideramos dos escenarios que cubren distintas posibilidades para el curso del brote. El primero es un escenario en “forma de V”, en el que la actividad económica se desploma bruscamente en el segundo trimestre de 2020 pero se recupera rápidamente en la segunda mitad del año. El segundo es un escenario en «forma de L» en el que la actividad económica se hunde más profundamente que en el escenario en forma de V y se recupera muy lentamente durante los próximos tres años. Los escenarios utilizan el cuarto trimestre de 2019 como punto de partida, por lo que no incorporan los desarrollos económicos reales durante la primera mitad de 2020. En su lugar, se pretende que abarquen un rango de resultados negativos moderados a significativos relacionados con la pandemia para la economía como base de nuestro análisis. Las variables del escenario incluyen el PIB real, el desempleo, los precios de las acciones, los precios de los inmuebles residenciales y comerciales y los diferenciales crediticios. Los gráficos siguientes muestran la trayectoria del PIB real y la tasa de desempleo en los dos escenarios.

Luego usamos estos escenarios para proyectar la rentabilidad y el capital bancario. Para hacerlo, utilizamos el modelo de Evaluación de Pérdidas y Capital bajo Escenarios de Estrés, o CLASS, que es un modelo de prueba de estrés de capital simplificado basado en datos de informes regulatorios disponibles públicamente (FR Y-9C). El modelo utiliza la relación histórica entre los componentes de la renta neta y las variables macroeconómicas como el crecimiento del PIB real, la tasa de desempleo, las tasas de interés, los precios de las acciones, los precios inmobiliarios y los diferenciales crediticios. La última fecha histórica para nuestro análisis es el cuarto trimestre de 2019 y el horizonte de las pruebas de estrés son los nueve trimestres que comienzan en el primer trimestre de 2020 y terminan en el primer trimestre de 2022.

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Pedro Luis Martín Olivares
Economía y Finanzas

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