Pedro Luis Martín Olivares – Análisis de datos, plataformas digitales, robótica, asistentes virtuales, blockchain, IoT y wearables: las empresas están priorizando e invirtiendo fuertemente en la implementación de nuevas capacidades y prioridades tecnológicas.
Si bien estas capacidades y tecnologías prometen mayores resultados comerciales y la entrega de nuevas propuestas de valor para los clientes, cada una de ellas genera una serie de riesgos de propiedad intelectual (PI) que involucran derechos de terceros.
Marcas registradas
Cuando se trata de marcas comerciales, seleccionar una marca requiere cierta planificación. Es una buena práctica borrar su marca antes de la selección para asegurarse de que la marca esté disponible para su uso y registro. La autorización y también la protección mediante el registro de la marca son importantes para evitar invertir en una marca que su empresa no puede usar.
Patentes y secretos comerciales
La patentabilidad de la tecnología es importante: si alguien ha obtenido derechos de patente relevantes, una patente puede ofrecerles una protección poderosa al permitirles evitar que los competidores hagan o usen esa invención mientras se apropia de los rendimientos de la inversión en innovación.
La protección del secreto comercial y el riesgo relacionado también deben estar en su radar. Muchos casos de secretos comerciales surgen en escenarios bastante rutinarios donde los empleados altamente buscados se van a un competidor, a través de una colaboración fallida o una empresa conjunta, o en una relación con un tercero que se ha deteriorado.
La infracción de patentes y los litigios de secretos comerciales pueden ser complejos y costosos. El riesgo de disputa es real teniendo en cuenta que Canadá es una economía tecnológicamente avanzada, que no solo está viendo una fuerza laboral altamente móvil, sino también un aumento en el número de solicitudes de patentes en tecnologías emergentes.
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Pedro Luis Martín Olivares
Economía y Finanzas
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