Pedro Luis Martín Olivares – Las empresas digitales multinacionales crecen a ritmo acelerado y están modificando las pautas inversionistas en el mundo hacia un proceso de mayor concentración.
En efecto, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad) ha señalado que las multinacionales digitales tienen alrededor del 70 por ciento de sus ventas en el extranjero, con solo el 40 por ciento de sus activos radicados fuera de sus países de origen.
¿Qué significa esto? Esto se traduce en la creación de menos puestos de trabajo directos en los países anfitriones; sin embargo, las inversiones de las empresas multinacionales digitales pueden aumentar la competitividad y contribuir al desarrollo digital, observó la agencia.
Desde el 2010 hasta el 2015, reveló la investigación, el número de empresas de tecnología se duplicó con creces, sus activos subieron 65 por ciento, mientras los ingresos y el número de empleados aumentaron aproximadamente 30 por ciento, en relación con las pautas de otras multinacionales que figuran entre las 100 principales.
“La falta de diversidad regional en la propiedad de las empresas digitales está creando una concentración en las pautas mundiales de inversión”, recalcó el informe.
Más de 60 de las 100 principales multinacionales digitales son de Estados Unidos, seguido de Reino Unido y Alemania.
El análisis alerta que la más pronunciada entre las plataformas de Internet: 10 de las 11 principales empresas multinacionales digitales de la clasificación pertenecen a Estados Unidos.
Mientras, la presencia de multinacionales digitales en economías en desarrollo entre las 100 principales sigue siendo marginal; solo cuatro tienen su sede en naciones en desarrollo, contrastó el diagnóstico.
Igualmente, agregó, apenas el 13 por ciento de las filiales de esas 100 empresas tienen sede en economías en desarrollo y transición, mientras que para las empresas multinacionales en general ese porcentaje asciende al 30 por ciento.
En opinión del secretario general de la Unctad, Mukhisa Kituyi, ‘la economía digital tiene consecuencias importantes para la inversión, y la inversión es decisiva para el desarrollo digital’.
“No puede dejarse atrás a los países en desarrollo; debemos crear políticas propicias que cierren la brecha digital en la inversión mundial’, señaló el funcionario.
Tampoco debe pasarse por alto que las reglamentaciones de las inversiones y las políticas para la promoción de la inversión también deben tener en cuenta los nuevos modelos de operación transfronteriza de las transnacionales.
Otro elemento a tener en cuenta es que ‘las empresas multinacionales digitales se están expandiendo a otros sectores muy regulados y las reglamentaciones arcaicas podrían volverse obsoletas o un freno no deseado para la adopción digital’, estimó el organismo
Pedro Luis Martín Olivares
Economía y Finanzas
Sé el primero en comentar en «El gran dilema de la economía digital»