Pedro Luis Martín Olivares – Los errores se pagan caros y eso lo sabe muy bien la empresa Nissan, la cual deberá revisar 1,2 millones de autos por irregularidades en su inspección.
En efecto, el consejero delegado de Nissan, Hiroto Saikawa calculó que el traspié de dichas revisiones costará 220 millones de dólares equivalentes a 188 millones de euros).
El fabricante automovilístico nipón Nissan precisó que desde este mes se examinarán aproximadamente 1.210.000 unidades producidas entre octubre de 2014 y septiembre de 2017 en seis plantas de Japón.
Explicaron a través de un comunicado que los vehículos afectados pasaron exploraciones de seguridad por parte de personal que no contaba con la cualificación necesaria, y por tanto incumplen la normativa nipona, admitió Nissan, cuya alianza con Renault fue en el primer semestre del año el mayor vendedor mundial de vehículos
Las irregularidades fueron detectadas por el Ministerio de Tierra, Infraestructura, Turismo y Transporte de Japón durante inspecciones en sus fábricas.
Añaden que el inconveniente inquieta además a unos 34.000 vehículos distribuidos en plantas y concesionarios a la espera de ser comercializados, que también serán revisados a partir de esta semana.
Entretanto, el consejero delegado de Nissan, Hiroto Saikawa remarcó que el fallo es «inaceptable» y que la compañía tardará alrededor de 30 días en establecer la causa de las irregularidades en las inspecciones.
Como se sabe, Nissan comenzó a desarrollar operaciones de fabricación fuera de Japón, empezando por Taiwán en 1959 y el establecimiento de Yulon, México en 1961.
En los años 80, Nissan estableció dos bases estratégicas en la fabricación fuera de Japón: Nissan Motor Manufacturing Corp., en EE.UU. y Nissan Motor Manufacturing en el Reino Unido.
En la actualidad, hay plantas de fabricación y ensamblaje de Nissan en 17 países alrededor del mundo.
Mirando al mercado japonés, Nissan inauguró en 1975 la planta de Kyushu, remodelada en 1992 con la tecnología más avanzada.
Además, en 1994 entró en operación la planta de Iwaki para fabricar los nuevos motores V6. Nissan también inició actividades relacionadas con el desarrollo de vehículos eléctricos, otras fuentes de energía limpias, y el reciclado.
Debido a problemas financieros a lo largo de los años 1990, la marca francesa Renault compró gran parte de las acciones de Nissan (44%) y elevó a la presidencia a Carlos Ghosn, el primer «gaijin» («no japonés») que ha presidido una compañía automovilística japonesa.
Renault y Nissan forman actualmente «una alianza«, que se distingue de otras uniones entre empresas del sector automotriz en que ambas marcas tienen el compromiso de mantener su independencia, aunque comparten componentes y tecnologías para el uso de ambos fabricantes, varios modelos de autos de Renault que son vendidos como Nissan en ciertos países, y al revés (como por ejemplo el Renault Logan que en México es vendido como Nissan Aprio, o el Nissan Almera que en Colombia y México es vendido como Renault Scala).
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Pedro Luis Martín Olivares
Economía y Finanzas
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