Pedro Luis Martín Olivares – La canciller alemana, Angela Merkel, y el secretario de Comercio estadounidense, Wilbur Ross, abogaron por retomar las conversaciones entre EEUU y la Unión Europea para alcanzar un acuerdo bilateral de libre comercio.
Ambos se posicionaron de esta forma al intervenir, consecutivamente, en un congreso organizado en Berlín por el ala empresarial de la Unión Cristianodemócrata (CDU), el partido de Merkel.
Merkel declaró: «Deberíamos recuperar» las negociaciones entre ambas partes para alcanzar un «acuerdo comercial común», con el objetivo de resolver disputas comerciales actuales como la reciprocidad o los problemas con las barreras no tarifarias.
«Por eso estoy a favor de que volvamos a poner en marcha las conversaciones para un acuerdo de libre comercio», subrayó.
Ross había asegurado momentos antes durante una videoconferencia -el secretario de Comercio canceló a última hora su viaje pero no así su intervención- que el nuevo Gobierno en Washington no quería «desviarse» del acuerdo de libre comercio que empezó a negociar la anterior Administración, el denominado TTIP.
El secretario de Comercio subrayó que EEUU necesita un acuerdo comercial con la UE y que negociarán «activamente» para lograrlo, porque las «pequeñas disputas» actuales «se pueden resolver».
«Para el Gobierno del presidente Donald Trump es importante que se firme un tratado de libre comercio» con la UE, aseguró Ross, quien agregó que Europa es un «buen socio» para EEUU.
No obstante, el secretario de Comercio aprovechó su intervención para afear a la UE y, en concreto, a Alemania, una serie de cuestiones que considera injustas en el ámbito comercial.
En primer lugar acusó a los países europeos de estar «directa o indirectamente» involucrados en el «dumping» del acero, y dijo estar elaborando un extenso informe al respecto para el que se escuchará a todas las partes y con el que se buscará una «solución efectiva«.
La Comisión Europea ya ha advertido por su parte a Washington de que si adopta medidas contra el acero europeo se verá obligada a responder de manera similar.
Además, Ross criticó a Alemania por su superávit comercial y la animó a comprar gas líquido estadounidense para reducir esa diferencia entre las importaciones y exportaciones de ambos países (y de paso diversificar sus fuentes energéticas).
La UE y la Administración del anterior presidente de EEUU, Barack Obama, negociaron durante dos años un acuerdo de libre comercio, pero las diferencias de criterio y la creciente oposición al tratado en las sociedades civiles a ambos lados del Atlántico hicieron en la práctica imposible sacarlo adelante.
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Pedro Luis Martín Olivares
Economía y Finanzas
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