Pedro Luis Martín Olivares – En este mundo nada es seguro. Presuntamente la inteligencia rusa habría robado la estrategia de ciberseguridad nada más y nada menos que de su archienemigo, Estados Unidos.
Recientemente The Wall Street Journal informó sobre los detalles del que sería uno de los ataques más importantes en los últimos años.
Reseñan que hace dos años, los hackers rusos fueron contratados por el gobierno de Vladimir Putin para infiltrarse en la red de la NSA (Agencia Nacional de Seguridad), y así hurtar trascendentales documentos acerca de los movimientos de Estados Unidos ante ataques cibernéticos, así como detalles de cómo acceden a las redes informáticas de otros países como parte de las tareas de espionaje.
Subrayan algo curioso, y hasta sorprendente, de todo este ataque es que los hackers se habrían infiltrado en la red de la NSA gracias a un contratista de la agencia que habría retirado archivos altamente clasificados e instalado en el ordenador de su casa.
Supuestamente, dicho ordenador estaría “protegido” por software antivirus de Kaspersky y éste habría permitido la entrada de los atacantes.
El ataque y robo de información no habría sido descubierto hasta mediados del año pasado, lo que se presume habría dado a los atacantes una ventaja de un año para experimentar con dicha información.
Sin embargo, la administración de la Casa Blanca no ha confirmado el ataque, expertos consideran que se trata de la brecha de seguridad más significativa en los últimos años.
Contextualizando, las relaciones diplomáticas entre Rusia y Estados Unidos fueron establecidas el 5 de noviembre de 1809.
Después de la Revolución de Octubre en 1917, EEUU se negó a reconocer al joven Gobierno soviético. Pasaron más de 15 años antes de que la Unión Soviética y EEUU establecieran finalmente las relaciones diplomáticas el 16 de noviembre de 1933.
Tras la disolución de la URSS en 1991, las relaciones entre Moscú y Washington vivieron sus altibajos, desde la disposición a cooperar hasta las decepciones recíprocas y un alejamiento gradual.
Entre el 31 de enero de 1991 y el 1 de febrero de 1992, el primer presidente ruso, Borís Yeltsin, visitó EEUU para reunirse con su homólogo estadounidense, George H. W. Bush, en Camp David.
En la Cumbre los dos líderes acordaron seguir reduciendo las armas nucleares y cooperar en el ámbito de la no proliferación del armamento de destrucción masiva.
La reunión culminó con una declaración conjunta, en la que los dos mandatarios establecieron la nueva fórmula de las relaciones bilaterales, orientada a una mayor apertura y tolerancia, y pusieron fin oficialmente a la Guerra Fría.
El 7 de noviembre de 2001, el sucesor de Yeltsin, Vladímir Putin, llegó a EEUU en una visita de Estado para abordar la coordinación de los esfuerzos ruso-estadounidenses en la lucha contra el terrorismo, un tema de relevancia especial después de los ataques del 11-S ocurridos ese mismo año.
Tras las negociaciones los dos mandatarios suscribieron declaraciones conjuntas sobre Afganistán y Oriente Medio, la lucha contra el terrorismo biológico y el narcotráfico y las cuestiones económicas.
Hoy en día las relaciones entre los dos países atraviesan un período difícil a causa de las desavenencias respecto a toda una serie de problemas internacionales.
Se dice que entre el material hurtado existen documentos que pormenorizan de cómo la NSA discierne en las redes de ordenadores extranjeros, así como códigos de acceso a servidores que utilizan para tareas de espionaje y el cómo protegen sus propias redes dentro de los Estados Unidos. Este material en manos ajenas podría ser un tremendo golpe para la seguridad de los Estados Unidos.
Sabías que puedes leer este artículo en Telegram
Pedro Luis Martín Olivares
Economía y Finanzas
Sé el primero en comentar en «Ciberseguridad de EEUU fue atacada por hackers rusos»