Pedro Luis Martín Olivares – El Brexit sigue acarreando consecuencias insospechables. Una de ellas es obligar a muchas empresas e instituciones a mudarse a otras ciudades de la Eurozona.
De hecho, Luxemburgo se candidateó recientemente para albergar la sede de Autoridad Bancaria Europea (ABE en inglés EBA) cuando ese organismo deba dejar su establecimiento vigente, Londres, a causa de la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).
A través de un comunicado, el Gobierno Luxemburgués recalcó que como centro financiero de dimensión europea e internacional y sede de principales instituciones europeas, “la ciudad de Luxemburgo es la mejor posicionada para garantizar una reubicación eficaz de la agencia».
Como se sabe, la ABE es la agencia de la UE encargada de aplicar un conjunto de normas armonizadas para regular y supervisar el sector bancario en todos los países de la UE. Su objetivo es crear un mercado único de productos bancarios en la UE que sea eficiente, transparente y estable.
Contribuye a la creación de un único conjunto de normas para el sector bancario de la UE: el código normativo único.
Facilita la divulgación centralizada de los datos de supervisión de los bancos de la UE (para reforzar la transparencia, la disciplina de mercado y la estabilidad financiera en toda la UE).
Promueve la cooperación entre las autoridades nacionales en la supervisión de los grupos bancarios que operan en más de un país y media en los desacuerdos entre distintos países.
Fomenta un mercado de la UE transparente, simple y justo para los consumidores de productos y servicios financieros y vela por que todos los consumidores reciban un trato justo y queden protegidos en toda la UE.
El Presidente de la ABE – EBA dirige los debates en las reuniones de su Junta de Supervisores, que está integrada por las autoridades de supervisión de todos los países de la UE.
El Director Ejecutivo de la Autoridad supervisa el trabajo operativo. Además, su estructura de gobierno la conforman una junta de supervisores que toma todas las decisiones políticas de la ABE, mientras que el Consejo de Administración, vela por que la autoridad cumpla su mandato y su programa de trabajo.
Todos los documentos elaborados por la ABE – EBA se debaten en grupos de trabajo técnicos y comités permanentes, en los que las autoridades nacionales pueden realizar aportaciones. En caso necesario, la ABE – EBA también coopera con otros organismos nacionales, internacionales o de la UE.
La ABE – EBA también coopera estrechamente con las autoridades de supervisión de la UE en cuestiones de alcance intersectorial en el Comité Mixto de las Autoridades Europeas de Supervisión.
Y es que las autoridades luxemburguesas afirmaron que su capital ofrece «oficinas de alta calidad, libres de alquiler», en un edificio «con una situación ideal, situado a unos minutos en coche o autobús del centro, las instituciones europeas y el aeropuerto internacional».
El ministro luxemburgués de Finanzas, Pierre Gramegna destacó que Luxemburgo brinda gran estabilidad política y financiera, apuntalada por su nota AAA y su respeto continuado a los criterios del Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
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Pedro Luis Martín Olivares
Economía y Finanzas
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