Pedro Luis Martín Olivares – Los Petro Estados deben diversificarse para hacer frente a los precios fluctuantes del petróleo y al hecho de que la demanda se ha vuelto más impredecible. Del cuadro mostrado a continuación se derivan incentivos y razones para replantear la estrategia y los modelos económicos en curso:
Arabia Saudita, un Petro Estado gigante, tiene un plan bien conocido para convertirse en algo más, conocido como «Visión 2030». Esta semana, el reino celebró una conferencia de inversión en Riad para discutir su campaña para modernizar su economía, aunque se vio ensombrecida por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi. La necesidad de Arabia Saudita de diversificar la energía es compartida por muchos otros países. Por otra parte Bahrein, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos tienen planes de «visión 2030» que incluyen reducir su dependencia del petróleo y el gas. Irán, Kuwait, Nigeria y Omán tienen sus propias estrategias para la diversificación. La idea no es nueva, estos países han buscado reestructurar sus economías desde los años setenta, pero ahora la tarea se ha vuelto mucho más urgente.
Los ingresos provenientes del petróleo y el gas natural se han desplomado en los últimos años, debido a la caída de los precios. Un nuevo informe de la Agencia Internacional de Energía (AIE) pone el desafío en un claro alivio. En seis grandes estadios analizados por la AIE, Irak, Nigeria, Rusia, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y Venezuela, el ingreso neto del petróleo y el gas natural en 2016 fue menos de un tercio de su nivel en 2012. Tal gran caída ha provocado efectos sumamente negativos en todos los ámbitos sociales, económicos y políticos. En Rusia, las facturas de petróleo y gas representan aproximadamente el 40% de los ingresos del gobierno. En Irak representan el 90%.
La respuesta al hundimiento de los precios ha variado. Muchos países tenían déficits en lugar de reducir sus generosos programas de gasto doméstico. Bahrein requiere un precio de crudo de $ 113 por barril para respaldar su presupuesto, según MUFG, un banco. Pero la mayoría de los países han comenzado a hablar más seriamente sobre la diversificación. Fatih Birol, director de la AIE, predice que los esfuerzos de los países ganarán más urgencia por dos razones.
La primera, es un cambio en el suministro global de petróleo. Gracias a las nuevas formas de extracción, Estados Unidos se ha convertido en el mayor productor de petróleo crudo del mundo, reduciendo el poder de la Organización de Países Exportadores de Petróleo para controlar el mercado. La segunda, es un cambio en la demanda. Las preocupaciones sobre el cambio climático hacen que la demanda sea mucho más difícil de predecir, ya que la eficiencia energética aumenta y los automóviles eléctricos se vuelven más populares. Los precios del petróleo se volverán más volátiles, lo que dificultará que los países logren un crecimiento económico estable. «Ahora, más que en cualquier otro momento en la historia reciente, hay una necesidad de cambiar fundamentalmente», argumenta el Dr. Birol. Sin embargo, el progreso puede ser lento, ya que existe el peligro de que algunos Petro Estados descansen en sus riquezas de petróleo, como lo han hecho muchas veces antes.
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Pedro Luis Martín Olivares
Economía y Finanzas
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