La economía del engaño

Pedro Luis Martín Olivares – Planificar la transformación de una derrota electoral nacional en un triunfo es una tarea muy compleja que requiere de fuertes inversiones en tiempo, dinero y talento humano altamente especializado, que permita realizar operaciones psicológicas envolventes para crear matrices de opinión general favorables de un triunfo dado por hecho, el cual al ser confrontado con la realidad y producirse el fracaso, estalle en un convencimiento de fraude que provoque reacciones emocionales de reacción y no se subsuman en lo normal, que no es otra cosa distinta a aceptar la derrota.

El Primer Engaño

La Marionetista (M) sabía que no podía ser candidata, pero como parte del Plan se postuló en las primarias. Venía de ser la diputada más votada de la oposición, otro engaño falsamente construido, ya que el 4G le cedía a M lo que se llama el “circuito electoral papaya”, conformado por los municipios Chacao, Baruta y El Hatillo, donde los electores votan por la oposición sin ver por quien están votando. Si el candidato hubiese sido Leopoldo López probablemente hubiese sacado más votos que M por haber sido alcalde Chacao. 

M había dicho muchas veces que no participaría en las primarias, pero dado el bajísimo apoyo en las encuestas de sus competidores se inscribió para competir, increíble, contra Carlos Prosperi, por la Presidencia de la Republica Bolivariana de Venezuela. En un gobierno dictatorial no hay elecciones y en un gobierno no dictatorial medianamente “duro” no le hubiesen permitido a un candidato inhabilitado participar en unas primarias, ya que representa un engaño público a los electores, una estafa política, un paquete chileno “a priori”, sin embargo un gobierno no dictatorial y “no duro”, lo dejo pasar, un poco también para enviar un mensaje internacional a los que usan su poder bélico para aplicar sanciones económicas a Venezuela y mostrar la vocación democrática del gobierno. El resultado de la primaria, al igual que en el circuito papaya, fue abrumador, por competir contra nadie.

Cabe resaltar que M promovió la participación del voto internacional de manera general, despertando expectativas muy tristes aguas abajo, ya que prometió el regreso de la diáspora a cambio de que votaran en las primarias por ella y luego en las presidenciales, lo cual no es vinculante, una cosa son los requisitos para votar en una primaria y otra los requisitos para pertenecer al Registro Electoral Permanente del CNE. Valdría la pena consultar si todo este engaño califica como un delito contra la fe pública.

El Segundo Engaño

M al quedar electa en las primarias sacó de su baúl de los Amos del Valle su “Super Capa” de creencias como predestinada. Eso la llevó a no aceptar apoyos para ser la candidata presidencial de la oposición y rechazar públicamente a los jefes y lideres de los MUD y de Guaido, incluso a humillarlos en el llamado “pescueceo” ante las cámaras de televisión. Creó un comando de campaña a lo Robespierre, donde la Ley de la Sospecha impera para pertenecer a él, y deja claro que no tiene compromisos con ningún partido político en Venezuela. Ahora, tal aislamiento solo se produce cuando se cuenta con abundantes cantidades de recursos financieros y logísticos, todo esto a sabiendas de que no estaba habilitada legalmente para ser candidata. Entonces surgen infinitas interrogantes. ¿No estaba M bien de la cabeza, a lo Biden? ¿Contaba que la Super Capa le daría superpoderes? ¿Qué se produciría un ultimátum de la OTAN contra el CNE? ¿La existencia de un Plan B?

M actuó, en el tiempo transcurrido entre el resultado de las primarias y su postulación ante el CNE, como una Inhabilitadora de otros candidatos de la oposición con legítimos derechos, utilizando sus grandes recursos de redes sociales para crear la imagen de divisionista, chavista, comprado y alacrán al que se le inscribiera. La candidata soy yo, expresaba sin cesar.

Al abrirse en el CNE el proceso de inscripción de candidaturas presidenciales, ocurrió lo que tantas veces le habían advertido a M desde el gobierno y desde la oposición, que por encontrase inhabilitada no podría inscribirse como candidata, y así sucedió, su solicitud fue rechazada. La reacción de M no fue acorde a sus amenazas difusas contenidas en su slogan “hasta el final”, ni tampoco desplegó un Plan B, solo dio continuidad a su único Plan.

El Tercer Engaño

Faltando horas para cerrarse las postulaciones de candidatos presidenciales M propone a la candidata Corina Yoris, pero mostrando por primera vez de manera pública sus habilidades de Marionetera y la cara de piedra de su engaño. Mucha gente de su comando de campaña, expresaba en los actos públicos en el lenguaje del carómetro: “eso no se hace vale”. La señora no sabía que hacer, ni que decir ante la avalancha incontenible de palabras que dejaban claro que la jefa era M. Y como era de esperarse y así lo había advertido M internamente, Corina II no se pudo postular. Con esto la “Tapa 1” no funcionó. Pero el Plan contempla estas jugadas y un nuevo tiempo a última hora logra postular a “Tapa 2”, Edmundo González Urrutia.

El Cuarto Engaño

El nuevo candidato “desde el balcón”, parafraseando a “desde el jardín”, asume su papel en todas sus partes, sigue el guion al pie de cada página que le va pasando M durante la pre campaña electoral oficial. M deja claro desde cada tribuna “Todos Voten por Edmundo, Yo seré su Presidenta” tensando con fuerza desde sus muñecas cada uno de los hilos que mueven a Edmundo.

El Quinto Engaño

Con la “Super Capa” arropando a M, cuello estirado con barbilla arriba, se desplaza como una reina de belleza sobre el capo de un carro, rodeada de motos y guarda espaldas por pequeños pueblos venezolanos, saludando a personas que van a ver la celebridad, lo que está de moda, lo que ha creado el bombardeo mediático ininterrumpido desde la primaria, bajo el titulo claro de Operación Psicológica. La idea es crear una falsa ilusión de triunfo. 

Lo anterior se suma a los actos en callejones, calles pequeñas o cruces de calles pequeñas donde con 100 personas y buenos lentes de cámara se pueden crear falsas percepciones de 1.000 personas. Esto ha sido estudiado ampliamente en comportamiento electoral desde hace más de 50 años.

El Sexto Engaño

La creación de la estructura llamada Los Comanditos, que no es otra cosa diferente al conocido uno por diez, en esta ocasión se diferencia porque, primero, cada una de estas organizaciones están siendo creadas para dos momentos, el electoral y el post electoral. Segundo, dependen directamente de M, quien les da instrucciones sin intermediarios basadas en sus propios criterios y necesidades, lo cual puede obedecer a cualquier variación de Plan y eso puede trascender peligrosamente el lenguaje falaz de paz, amor, tolerancia, perdón y convivencia a sus antónimos. El pueblo llano no sabe acerca de los posibles caminos ya trazados y peligrosos hacia donde los puede conducir M.

Estos juegos individuales hacen que M duerma con el enemigo, ya que sus propios colaboradores saben que están más seguros sin un cambio.

El Séptimo Engaño

El equipo nacional e internacional de M ha desplegado una campaña político electoral sobre la transición, la cual da como un hecho el triunfo de M, un engaño que abrocha la estrategia mediática para no reconocer la derrota electoral. Sirve para reafirmar la creencia en expositores y audiencias en pocas partes del mundo pero replicadas a muchas partes por las redes sociales.

El Octavo Engaño

El “Hasta el Final” de M es un engaño imperdonable, primero que todos los seres vivientes llegan hasta el final al morir. Los sobrevivientes del desembarco en Bahía de Cochinos en Cuba todavía siguen “hasta el final”. Los que promovieron la decisión de Sanciones Económicas criminales contra Venezuela van hasta el final. Guaido y sus representantes de partidos colaboradores deben llegar hasta el final. 

Se puede hacer un ejercicio de muchos para entender ese slogan de M, supongamos, M continúa con la línea de campaña electoral que tiene, se llega al 28 de julio y tiene un resultado adverso a media noche. ¿Convocará M una marcha al CNE el 29? ¿Le dará instrucciones a sus comanditos para que organicen Guarimbas en toda Venezuela? ¿Cuenta con militares de Plaza Altamira 2 para levantar, aunque sea una alcabala? ¿Habrá penetrado la imparcialidad institucional del TSJ o la Fiscalía? ¿Cuenta con una invasión internacional al sagrado suelo de Simón Bolívar? Ante esto es bueno que M tenga meridianamente claro, que el chavismo asume textualmente la cita del Tío Ho referido a su Vietnam querido: “Nuestro deber es luchar por la libertad y la justicia, no importa cuán larga sea la batalla o cuantos obstáculos encontremos en el camino”.

 A manera de conclusión, M no es candidata, pero es una circunstancia que hace ruido en la paz, la tranquilidad y la búsqueda del porvenir de Venezuela. El Presidente Maduro cuenta con la unidad de su partido y la solidaridad de sus colaboradores quienes lo reconocen institucionalmente, lo cual le pone la lapida a una oposición que hace aguas por todas partes. 

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Pedro Luis Martín Olivares

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