Pedro Luis Martín Olivares – Siempre es pertinente observar comparativamente el comportamiento del crecimiento económico de los países que integran el G7. A continuación se muestra algunas pinceladas sobre la competencia entre el Reino Unido, Alemania y Estados Unidos.
El Reino Unido a lo largo del mes de febrero ha estado en la embriagadora posición de presumir de ser la economía avanzada de más rápido crecimiento del mundo. Las primeras estimaciones de la Oficina de Estadísticas Nacionales publicadas a finales de enero, sugirieron un crecimiento económico del 2% para 2016.
Pero a medida que se dispuso de más información pertinente para la medición y se revisaron las estimaciones de la actividad económica del Reino Unido, se llegó a la cifra de 1,8% de crecimiento. Inmediatamente después, Alemania superó al Reino Unido para liderar la liga de crecimiento del G7 al publicar un crecimiento del 1,9% en 2016.
Alemania también registró el mayor superávit presupuestario desde la reunificación en 1991, un envidiable 23.700 millones de euros (25.200 millones de dólares). La cifra fue impulsada por un bajo desempleo récord y un financiamiento de deuda muy barato, y un feliz subproducto del extenso programa de compra de bonos del Banco Central Europeo. Angela Merkel se ha comprometido a mantener un presupuesto equilibrado como piedra angular de la política económica alemana. Sin embargo, el superávit de un país es el déficit de otro país, y los críticos sugieren que Berlín debería gastar más para impulsar la demanda interna. Eso, en teoría, debería impulsar las importaciones desde el exterior, impulsando la economía mundial y aliviando los desequilibrios económicos mundiales.
Los Estados Unidos están acercándose a otra subida de las tasas de interés. Las actas recientemente divulgadas por la última reunión de política de la Reserva Federal de Estados Unidos indicaron que el crecimiento económico continuó fuerte, avizorando por lo menos una subida de tasas en un futuro no muy lejano. Sin embargo, la presidenta de la FED, Janet Yellen, reconoció la incertidumbre que rodea las ambiciosas propuestas de la administración Trump. Los inversores creen que una combinación de recortes de impuestos y gastos de infraestructura estimulará la inflación, y los mercados están fijando precios en dos o tres alzas de tasas antes de finales de 2017. A pesar de esta perspectiva, el índice S & P 500 subió un 0,54%.
Pedro Luis Martín Olivares
Economía y Finanzas
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