Edmundo González se fue a Narnia

Pedro Luis Martín Olivares – Las Crónicas de Narnia es una heptalogía de libros juveniles escrita por C. S. Lewis entre 1950 y 1956. Relata las aventuras en Narnia, una tierra de fantasía y magia creada por el autor y poblada por animales parlantes y otras criaturas mitológicas que se ven envueltas en la eterna lucha entre el bien y el mal.

En un Artículo anterior habíamos adivinado el futuro en Narnia con nano precisión, sin tener una bola de cristal, advirtiendo paso a paso todo lo que sucedería según el guion conspirativo de María y Edmundo en el antes, durante y después de las elecciones del pasado 28 de julio realizadas en el mundo real o terrestre.

La tierra de fantasía es la continuación del gobierno de Guaido, donde existen animales parlantes que han ocupado cargos de Magistrados del TSJ, Fiscalía General, Ministros del Poder Ejecutivo, Diputados de Asamblea Nacional, Diplomáticos, un poderoso Ministerio de Redes Sociales y Operaciones Psicológicas, Funcionarios de Inteligencia, criaturas militares desarmadas, Empresas del Estado, una Tesorería y Finanzas que administran grandes recursos robados al pueblo venezolano. Esa estructura imaginaria organizará el 10 de enero de 2025, un acto solemne en Madrid, donde Juan Guaido le entregará la Banda Presidencial a Edmundo González, con la presencia virtual de María, quien seguirá en Caracas caminando “hacia el final”. 

Aslan, denominación turca de león, es el creador del país Narnia, se constituye como el auténtico protagonista, acompañado de cuatro hermanos. En la versión venezolana, esos cuatro hermanos son conocidos como el famoso G4, Acción Democrática, Primero Justicia, Voluntad Popular y Un Nuevo Tiempo, quienes le han venido dando impulso a la Saga desde 2019, con distintas variantes hasta el día de hoy. Aslan es un personaje siniestro, una mano escondida que mueve la cuna, se reúne a trastiendas con todos los bandos internos y externos, se desdobla con múltiples operadores que se comprometen con lo que sea para luego incumplir y traicionar. El tiempo lo ha ido visibilizando con nitidez junto a su banda familiar.   

Esos cuatro niños malos descubren un Armario que les sirve de puerta de acceso a Narnia, un país congelado en un invierno eterno y sin Navidad. Entonces, cumpliendo con las viejas profecías, los niños, junto con el león Aslan, serán encargados de liberar al reino de la tiranía de la Bruja Blanca y recuperar el verano, la luz y la alegría para todos los habitantes de Narnia.

Las similitudes son asombrosas, el niño Edmundo descubre un Armario múltiple, formado por la embajada de Países Bajos y la embajada de España, salta alegre de una embajada a otra para finalmente salir del Armario hacia el mundo mágico, Narnia, dejando atrás a sus tres hermanos desamparados, desilusionados y traicionados. El reino de la Bruja Blanca se tambalea, la dejan pegada de la brocha, despeinada lanza cosas y se rompe la ropa encima, con descomunal al sentirse abandonada, arremete con todas sus fuerzas de rabia y odio en privado y luego se desdobla en público, riendo a carcajadas como Garrick el payaso, en aquella famosa poesía Reir Llorando.

Ya en Narnia, el niño Edmundo es recibido por el Cesar, con quien pasea por los jardines del palacio después de haber sido aplaudido por el Senado, pero con una doble cara y doble moral, porque todos ellos saben que el Armario de donde salió Edmundo no tiene puerta de regreso, no les queda más remedio que seguirle la corriente, como se le sigue al demente que se cree Napoleón Bonaparte.

Vale resaltar, que cuando transcurre un año en nuestro mundo real terrestre, pasan en Narnia 1.300 años. El niño Edmundo llegó viejo de 75 años a Narnia, y emulando la película El Curioso Caso de Benjamin Button aspira dentro de 6 años narnianos reelegirse presidente en la Tierra, donde ya han pasado 7.800 años, es decir en el año terrestre 9824. Bueno, como dice el dicho criollo, cada loco con su tema.

Este mundo Narnia ha sido diseñado como una respuesta conspirativa ante los continuos fracasos políticos y electorales de sus creadores, el G4, una forma criminal de hacerse de grandes recursos económicos para gastarlos en un país imaginario sin habitantes, lo cual permite robárselos todos, ya que no tienen que presentarle cuentas a nadie. Adicionalmente, utilizan la consigna existencial “si no es mío no es de nadie”, apelando para ello al esquema de solicitar sanciones económicas contra Venezuela, a fin de minimizar la capacidad de gestión de Nicolas Maduro, empobrecer al máximo al pueblo venezolano, crear las condiciones para una protesta popular y en consecuencia producir un golpe de Estado.

La respuesta de nuestro gobierno revolucionario chavista ha sido pasar acentuar la paz pasando rápidamente del modo “elecciones” al modo “gestión”, a fin de dirigir los máximos esfuerzos de todas las instituciones del Estado hacia la solución de los problemas cotidianos que afectan el pueblo venezolano. Nicolas es el presidente de los que votaron y no votaron a su favor y ese es el norte, desdibujarse del pasado electoral y confrontar en detalle las debilidades del bolsillo, de la nevera y de la despensa. Todo en el mundo terrestre, el mundo real.

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Pedro Luis Martín Olivares

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