Pedro Luis Martín Olivares – Los gobernadores demócratas de Nueva York y California son los críticos sempiternos del plan de reforma fiscal que quiere instrumentar el Partido Republicano.
¿Cuáles son las razones? Discurren en que dará lugar a trascendentales aumento de impuestos para los residentes en sus estados.
El gobernador neoyorkino Andrew Cuomo, y su similar californiano Jerry Brown culparon a la administración del presidente Donald Trump de emplear el código tributario para escarmentar a los estados que apoyaron a la excandidata presidencial Hillary Clinton.
De hecho, Brown imputó a los republicanos de fomentar una transmisión de riqueza de los estadounidenses de clase media hacia las corporaciones.
A su juicio, este es una embestida a California, Nueva York, Nueva Jersey, y otros estados que no votarían por Trump. “Es una manipulación grave de nuestro código tributario” aseveró.
Las principales preocupaciones de los del llamado partido azul sobre el plan republicano parecen centrarse en las eliminaciones de las deducciones fiscales estatales y locales (SALT, por sus siglas en inglés).
La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó ayer por un estrecho margen un proyecto de ley presupuestario que allana el camino para debatir en el Congreso la reforma fiscal prometida por el presidente estadounidense, Donald Trump. La medida salió adelante con 216 votos a favor y 212 en contra, y contó con el rechazo de toda la oposición demócrata y 20 legisladores republicanos.
El presupuesto aprobado asciende a cuatro billones de dólares para el año fiscal 2018, entre ellos 622.000 millones de dólares para Defensa. Esta aprobación, ya ratificada en el Senado, es clave para que el Congreso pueda debatir los agudos recortes de impuestos para empresas y trabajadores prometidos por Trump antes de que acabe el año.
Incluye, además, lo que se conoce como norma de reconciliación, que permite que la reforma fiscal sea aprobada en el Senado por mayoría simple, en lugar de la mayoría cualificada de 60 votos. Los republicanos, impulsores de esta propuesta, cuentan solo con mayoría en el Senado de 52 escaños sobre 100, por lo que esta maniobra procesal es fundamental con vistas a un voto que se presume ajustado.
Tras el voto, el presidente del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara, el republicano Kevin Brady, anunció que la propuesta de reforma fiscal será presentada el 1 de noviembre.
En una declaración separada, la oficina de Cuomo explicó que la eliminación de las deducciones SALT implicaría un aumento promedio de cinco mil 300 dólares en el pago de tributos para los neoyorquinos de ingresos medios.
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Pedro Luis Martín Olivares
Economía y Finanzas
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