Pedro Luis Martín Olivares – Lo viene advirtiendo. Torsten Slok, economista jefe de Deutsche Bank Securities, destacó en un nuevo documento que aprecia una burbuja dentro de los mercados financieros.
De hecho, el especialista subrayó que dicha burbuja se halla en los 8 billones de dólares en deuda global que en estos momentos opera con un interés negativo.
A su juicio, en casi una década después de la crisis financiera “seguimos viendo 8 billones de dólares en bonos con una rentabilidad negativa», advirtió.
Enfatizó que el deterioro en el atractivo de estos activos para los capitalistas es lo que se convierte como en la mayor burbuja en los mercados financieros en estos momentos.
¿Y por qué? Pues estos activos con una rentabilidad negativa han forzado a los inversores de todo el mundo a comprar otra clase de activos, desde bonos de alto riesgo, activos de renta fija, préstamos, hipotecas e incluso renta variable y fija de mercados emergentes.
Una burbuja económica (también llamada burbuja especulativa, burbuja de mercado o burbuja financiera) es un fenómeno que se produce en los mercados, en buena parte debido a la especulación, que se caracteriza por una subida anormal y prolongada del precio de un activo o producto, de forma que dicho precio se aleja cada vez más del valor real o intrínseco del producto.
El proceso especulativo lleva a nuevos compradores a comprar con el fin de vender a un precio mayor en el futuro, lo que provoca una espiral de subida continua y alejada de toda base factual.
El precio del activo alcanza niveles absurdamente altos hasta que la burbuja acaba estallando (en inglés crack), debido al inicio de la venta masiva del activo cuando hay pocos compradores dispuestos a adquirirlo.
Esto provoca una caída repentina y brusca de los precios, llevándolo a precios muy bajos, incluso inferiores a su nivel natural, dejando tras de sí un reguero de deudas. Esto se conoce como crash.
La burbuja económica es con frecuencia un fenómeno bursátil que se presenta toda vez que se «negocia altos volúmenes a precios que difieren considerablemente de los valores intrínsecos».
Las causas de las burbujas siguen siendo un desafío para la teoría económica. Aunque se han sugerido muchas explicaciones, recientemente se ha mostrado que las burbujas aparecen incluso sin incertidumbre, especulación, o racionalidad limitada.
Más recientemente, se ha propuesto que las burbujas pueden ser causadas por procesos de coordinación de precios o normas sociales emergentes.
Debido a que, a menudo, es difícil observar los valores intrínsecos en los mercados de la vida real, las burbujas son frecuentemente identificadas solo de forma retrospectiva, cuando aparece una caída repentina en los precios.
Tal caída es conocida como crash o el «estallido de la burbuja». Tanto la fase de boom económico como la de recesión de la burbuja son ejemplos de un mecanismo de realimentación positiva, en contraste con el mecanismo de realimentación negativa que determina el precio de equilibrio en circunstancias normales de mercado.
Los precios en una burbuja económica pueden fluctuar caóticamente y volverse imposible predecir solamente basándose en la oferta y la demanda.
Se suele considerar que las burbujas económicas son negativas porque conllevan una asignación inadecuada de recursos, destinándose una buena parte de ellos a fines improductivos: la alimentación de la burbuja.
Pero además, el crash con el que finaliza la burbuja económica puede destruir una gran cantidad de riqueza y producir un malestar continuado, como ocurrió con la tulipomanía holandesa, la Gran Depresión de los años 1930 y la burbuja inmobiliaria en Japón en los años 1990.
Las burbujas financieras fueron estudiadas por Hyman Minsky, que las vinculó al crédito, a las innovaciones tecnológicas y a las variaciones del tipo de interés.
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Pedro Luis Martín Olivares
Economía y Finanzas
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