Pedro Luis Martín Olivares – El Banco Central brasileño tuvo que efectuar un recorte de un punto porcentual sobre la tasa básica de interés, hasta el 8,25 %.
Esto implicó su octava disminución inmediata, lo que era esperado por el mercado financiero. De hecho, el Comité de Política Monetaria del ente emisor, conocido como Copom, se preocupó porque la flexibilización monetaria es compatible con el escenario de menor inflación registrado en los últimos meses en Brasil.
Un reciente informe del Banco Central destaca que el comité entiende que la coyuntura económica permite una política económica de estímulos, o sea, con tasas de intereses debajo de la tasa estructural.
El proceso de flexibilización estribará de la evolución de la actividad económica, del balance de riesgos, de las posibles revaluaciones de estimativa de extensión del ciclo y de las expectativas de inflación, destaca un informe.
La economía de Brasil es la mayor economía de América Latina en cuanto a PIB y la segunda de toda América, la séptima a nivel mundial según el FMI, el The World Factbook de la CIA, y el Banco Mundial.
Con un PBI (Producto Interno Bruto) en valor de paridad de poder adquisitivo (PPA) de $2.139.237 millones de dólares en 2008.
Según las estimaciones del FMI, Banco del Sur y el Banco Mundial, la economía de Brasil en las décadas siguientes, debe estar entre las cinco mayores potencias del mundo, junto a China, Estados Unidos, India y México.
Considerando la población estimada para el año del 2008 (190 millones de personas), la renta per cápita ascendería a $12.007 dólares. Las exportaciones brasileñas alcanzan los 200.336 millones de dólares.
La economía de Brasil se ha convertido en una de las principales del mundo, a partir de 2003, propiciado por un incremento del volumen y precio de la demanda internacional de materias primas, básicamente minerales, petróleo, carbón, y carne que fue acompañado de la entrada de nuevos capitales y un conjunto de reformas estructurales.
Se consiguió así alcanzar una mayor estabilidad macroeconómica y una reducción de los niveles de pobreza, con una expansión de los programas de asistencia social para los pobres.
Brasil afrontó la crisis económica iniciada en 2008 con un mayor margen de maniobra que en ocasiones anteriores. La caída del PIB en 2009 fue solo del 0,3% y en 2010 subió con fuerza al llegar al 7,5%.
Sin embargo desde 2011, se advierte un agotamiento del modelo de crecimiento experimentado hasta ese momento y la existencia de algunas limitaciones estructurales al crecimiento, que no acaba de despegar, a pesar de que cuenta con importantes recursos naturales, una población relativamente joven y estabilidad política y económica.
Su economía es relativamente cerrada, tiene unos US$349.000 millones en reservas internacionales.
En el 2009: El volumen de ventas minoristas en Brasil registró un aumento desestacionalizado de 1,5 en febrero y prolongó así el leve repunte de enero, informó el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE). Las ventas minoristas crecieron un 3,8% interanual en febrero.
En lo que va de año, la inflación fue del 1,62 %, inferior al 5,42 % reportado en el mismo período de 2016 y el menor resultado en la misma comparación desde 1994, según los datos divulgados por el Gobierno.
De hecho, en los últimos doce meses, la tasa se situó en un 2,46 %, por debajo del 2,71 % del mismo periodo inmediatamente anterior.
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Pedro Luis Martín Olivares
Economía y Finanzas
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