Pedro Luis Martín Olivares – Rusia generó al cierre del primer semestre de este año un total de 10,183 millones de barriles diarios de petróleo, hecho que lo coloca en el lugar hegemónico de la producción mundial.
El Servicio Federal de Estadísticas de Rusia (Rosstat) destacó en un reciente informe que Arabia Saudí se ubica en el segundo puesto, con una extracción de 9,950 millones de b/d en el lapso analizado.
Como se sabe, Rusia ha pasado por importantes transformaciones desde el fin de la Unión Soviética, saliendo de una economía planeada centralmente, para una economía de mercado globalmente integrada.
Las reformas económicas de los años 1990 privatizaron gran parte de la industria, con la notable excepción de los sectores energético y militar.
El rápido proceso de privatización, incluyendo un sistema de préstamo para la compra de acciones, permitió la formación de «oligarquías» económicas con fuertes relaciones políticas, que dejaron la propiedad de las empresas privatizadas altamente concentrada en pocas manos.
La protección a los derechos de propiedad es pequeña y el sector privado está sujeto a intervenciones del Estado.
En la actualidad el país tiene una deuda por el 7,5% del PBI, reservas internacionales por 400.000 millones de dólares, superávit de cuenta corriente del 3,4% del PBI, un nivel de inflación de menos del 4,5%8
Su industria está dividida en dos bloques: uno con grandes productoras de materias primas, que tienen competitividad global – en 2012 Rusia era el principal exportador de petróleo y gas natural del mundo, así como el tercer exportador mundial de acero y aluminio bruto – y otro con otras industrias pesadas. Esta dependencia de la exportación de materias primas, aunque beneficiadas, deja el país vulnerable a los ciclos volátiles de alta y rebaja de los precios internacionales de estos productos.
Rusia es el segundo productor mundial de petróleo tras Arabia Saudita. La Federación Rusa, además es el primer productor mundial de gas natural, posee un 27,8% de las reservas mundiales probadas (unos 47.572 millones de m³).
Un cuarto de la producción de gas en el mercado mundial corresponde al gas ruso. Dichas reservas son suficientes para mantener la producción a los niveles actuales durante los próximos 80 años.
La parte europea de Rusia depende principalmente de fuentes fósiles, siendo el gas la principal fuente, mientras que en los territorios de Siberia y Lejano Oriente dependen en mayor medida del carbón.
El peso específico del sector petrolífero en la economía rusa representa el 8% del PIB. Se estima que las reservas rusas de petróleo se sitúan en torno al 4,5% de las reservas mundiales.
En total, los países de la OPEP produjeron 32,600 millones de barriles diarios, de los que 4,502 millones corresponden a Irak. La cuota de petróleo en todas las exportaciones de Rusia en el primer semestre de 2017 se situó en el 27,3%; y la exportación de productos energéticos 43,7%.
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Pedro Luis Martín Olivares
Economía y Finanzas
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