Pedro Luis Martín Olivares – Brasil no la tiene fácil. Asediada por la incertidumbre política, ahora se une la investigación por hechos de corrupción, la cual no permitirá una recuperación inmediata
En efecto, la agencia de calificación de crédito Moody’s advirtió que el flagelo de la corrupción también podría impactar los prospectos de crecimiento a mediano plazo.
La firma asignó un perfil moderado al sistema bancario de Brasil, a fin de reflejar el reciente aumento de la agitación política en el país.
De hecho, la economía brasileña permanece debilitada, tras dos años de recesión. Mientras, los signos de recuperación de la actividad podrían verse perjudicado por las investigaciones sobre corrupción que circulan en torno al gobierno del presidente Michel Temer
La calificadora proyectó un perfil moderado al sistema bancario de Brasil, conel propósito de evidenciar el reciente aumento de la agitación política en el país.
Como se sabe, Odebrecht ha significado el mayor escándalo de sobornos en la historia latinoamericana, instrumentalizado por el monopolio petrolero estatal brasileño Petrobras, adjudicando proyectos a empresas a cambio de dinero bajo la mesa para financiar las campañas electorales del partido de gobierno en Brasil, detonó la caída de la ex presidenta Dilma Rousseff e involucra al ex presidente Lula.
Y ahora, con las recientes revelaciones de presunta participación directa en un caso de soborno del actual jefe de estado, Michel Temer, la presidencia de Brasil puede quedar acéfala.
El caso Petrobras llevó a prisión a Marcelo Odebrecht, hoy ex CEO de la mayor empresa de ingeniería y construcción de América Latina.
Tras llegar a un acuerdo con la fiscalía para testificar a cambio de una reducción de su condena, Odebrecht ha declarado que su empresa pagó ilegalmente cerca de US$ 1.000 millones a gobernantes, funcionarios y partidos de gobierno de diez países de la región, a cambio de que se le adjudicaran contratos en proyectos públicos de infraestructura.
De paso, delató a decenas de celebridades de la política y el empresariado de Brasil y está haciendo temblar a ex legisladores y altos funcionarios de gobierno de varios países a lo largo y ancho de América Latina, incluyendo a varios presidentes.
Los escándalos han dañado la percepción que el mundo tiene de la región y sus gobiernos. México, por ejemplo, en el año 2000 ocupaba el lugar 59 del ranking de percepción de corrupción de Transparency International, que ordena a 176 de países de menos a más corruptos.
En 2016, México había caído al lugar 123. En el mismo período, Brasil bajó del puesto 41 al 71; Chile descendió del puesto 18 al 24, y en 2016 fue reemplazado por Uruguay como el país considerado menos corrupto de la región.
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Pedro Luis Martín Olivares
Economía y Finanzas
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