La lucha por la paz es global

Pedro Luis Martín Olivares – Esta semana es Navidad, una fecha de encuentro familiar, de dar gracias a Dios, de aguinaldos y gaitas, de misas de gallos en la madrugada del 24 para conmemorar el nacimiento de Jesús, en fin, una semana de paz.

Esa paz es la misma que se siente y aspiran todos los pueblos del planeta, desde los que están en guerra hasta los que batallan duramente por mantenerla. Los conflictos mundiales actuales derivan de diferencias étnicas, religiosas, culturales o de intereses económicos, por eso no existe un conflicto árabe-chino o latino-australiano. Por ejemplo, no existen razones para una invasión de jóvenes soldados de Camberra en Guadalajara.

Qué argumento puede justificarle a una madre australiana la muerte de su hijo, un soldado de 18 años, asesinado por un francotirador mexicano en una invasión de Australia a México, la respuesta es ninguno. Se trata de dos países sin diferencias políticas y económicas de ningún tipo. Pasando a un plano general, cada gobierno de cada país se ocupa de los problemas de sus pueblos, los cuales ordena según sus propias prioridades, donde el conflicto internacional y la guerra son temas extremos. Todo lo demás es retorica discursiva.

La paz en Venezuela se ha ganado palmo a palmo desde 1492, nunca hemos sido invadidos por extranjeros no colonizadores, y estos últimos fueron expulsados del sagrado territorio venezolano por Bolívar, para avanzar hacia la soberanía, concepto que se origino en la Paz de Westfalia de 1648, que sentó las bases para un nuevo orden internacional basado en la soberanía del Estado. Sin embargo, el termino se refería originalmente al poder absoluto del Rey. En el siglo XVIII, con la Revolución francesa y el liberalismo, se desarrollo el concepto de soberanía popular.

A esta altura de mi Artículo el lector se estará preguntando, ¿de qué se trata?

El punto es la falsa expectativa creada desde el mundo Narnia que gravita sobre el 10 de enero y fechas infinitas ulteriores, que descomponen, alteran y estresan la paz familiar venezolana, al sembrar campos fértiles con semillas de carbón.

La mayoría de los periodistas en la entrega del reconocimiento Sajarof, el más importante de la Eurocámara, entregado durante la semana a Edmundo y María Corina, llegaron a la conclusión de que “las palabras de Edmundo empiezan a saber a poco”. En sendas entrevistas con el periódico El País, horas antes de recoger el galardón europeo, tanto González como la hija de Machado centraron sus esperanzas en: Europa debe hacer más por Venezuela.

Es recurrente el mismo discurso en todas partes, pidiendo a todos los países que invadan Venezuela para que les entreguen el gobierno a ellos dos. Los países aportan el costo político, sus soldados muertos y el dolor de sus familias, pero no por defender a sus países, sino por razones económicas, ya que el pago se cobra en corto, transformándose en neocolonizadores, países europeos y americanos ocupando todo el territorio venezolano, en una operación de explotación de petróleo y sus derivados, piedras preciosas, minerales raros, agricultura, agroindustria, industria y turismo. El invasor cobra, no lo hace gratis, y lo peor, va dejando contratos leoninos firmados que comprometen generaciones futuras.

Por eso, El País deja correr esa fina frase en plena entrega del premio: “las palabras empiezan a saber a poco”. Claro, ya Edmundo esta perfilizado, un timador internacional que no aporta nada para que le den todo en el plano personal, a cambio de entregar un país que no le importa nada.

La verdad verdadera es que muy pocos países, como Italia después de que lo hiciera Estados Unidos, han reconocido a González como presidente electo. La Unión Europea anda preocupada y ocupada con otros fuegos: a la guerra de Ucrania y el conflicto en Gaza y Líbano, se une ahora la incógnita siria tras la caída del régimen de El Asad. Venezuela, en este contexto, descendió varios puestos en la escala de preocupación europea.

Adicionalmente, la situación en el país sudamericano no estuvo en el radar de la última cumbre del año de los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea, tampoco lo ha estado en la reunión de ministros de Exteriores con la nueva alta representante para Política Exterior de la Unión Europea, la estonia Kaja Kallas.

En este contexto, González mantiene, de la boca hacia afuera, sus planes de regresar a Venezuela para asumir como presidente del país el 10 de enero, pero ahora introduce en las entrevistas un pequeño matiz: dice que estará de vuelta en su país “a partir del 10 de enero”. Sigue sin revelar más detalles ni planes, aunque entre estos, en estas últimas semanas que quedan ante la gran cita en Caracas, anuncia que va a hacer una gira por América Latina para recabar más apoyos a su invasión masiva de países ficticios.

En conclusión, vamos a disfrutar la navidad en paz en Venezuela, no escuchemos más mentiras y falsedades, luego recibamos el año nuevo, para matricular en ese 2025 que será el inicio del resurgimiento de nuestro país, tengamos fe de que el gobierno lo hará mejor cada vez y que las sanciones se irán con los vientos y tambores de guerra. No hay que irse del calor de Venezuela para sobrevivir en soledad en el exterior. Feliz Navidad.

Sabías que puedes leer este artículo  y otros en Telegram

Telegram Messenger 1 - Black Friday: ofertas para la comunidad de Bitcoin y criptomonedas

Pedro Luis Martín Olivares

Sé el primero en comentar en «La lucha por la paz es global»

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*


*