Pedro Luis Martín Olivares – Los datos se han llamado muchas cosas, desde el «nuevo petróleo» a la «nueva moneda», pero fundamentalmente se ha convertido en uno de los activos más valiosos de una empresa. Sin embargo, como cualquier otro producto, incluso los datos pueden depreciarse en valor. El valor de la moneda cambia constantemente y evoluciona a medida que aparecen nuevos tipos, como la aparición de criptomonedas. Es una historia similar con datos. A medida que aumenta el número de canales que utilizamos, los tipos de datos que recopilamos y utilizamos también han cambiado. Es inevitablemente, esto significa que algunos datos se han quedado obsoletos y deben dejarse atrás.
Esta información no solo es menos valiosa, sino que presenta muchos peligros para las empresas que continúan manteniéndola. A medida que la tecnología avanza, los datos antiguos se vuelven más difíciles de leer, se vuelven menos significativos y más difíciles de usar. Pierde su valor, y eventualmente se vuelve obsoleto, y este es el punto en el que los empleados dejan de administrarlo adecuadamente. A esto lo llamamos datos oscuros. Cuando los datos llegan a este punto, los riesgos pueden ser muy reales para las empresas. Esto es particularmente cierto para las empresas que poseen datos de identificación personal, como las empresas de servicios financieros. Para enfrentar el desafío de los datos oscuros, estas organizaciones deben adoptar un enfoque más estratégico y autónomo para la gestión de datos.
Una larga historia de recolección de datos.
Desde los días de los primeros bancos, las compañías de servicios financieros siempre han usado datos para mejorar y optimizar la experiencia del cliente. Hemos recorrido un largo camino desde la información personal del cliente escrita en documentos en papel, hasta los puntajes de crédito, los historiales de compra y los datos telemáticos utilizados por un número creciente de compañías de seguros. Sin embargo, esta larga historia de recolección de datos es parte del problema.
A medida que las empresas de servicios financieros evolucionan, los datos antiguos pierden su valor estratégico y comercial, y se oscurecen. Con los sistemas de almacenamiento en la nube ilimitados de hoy en día, es mucho más fácil hacer uso de datos digitales que los registros físicos escritos. Inevitablemente, este último se archiva y finalmente se pierde. Sin embargo, los datos oscuros nunca desaparecen por completo.
Las compañías de servicios financieros son particularmente vulnerables al aumento de estos datos oscuros. De hecho, la industria cuenta con grandes atrasos de datos obsoletos, el 20% de los cuales están formados por archivos de documentos antiguos. A medida que los contratos inteligentes y las transacciones de blockchain crecen en popularidad, este tipo de datos antiguos está perdiendo rápidamente su relevancia y valor.
El ambiente altamente regulado de la industria de servicios financieros es en parte responsable de crear una cultura que sea cautelosa para eliminar cualquier cosa. El resultado de esta mentalidad de «guardar todo a menudo» es que los datos antiguos ocupan un valioso espacio de almacenamiento.
La naturaleza oculta, fuera de la mente de los datos oscuros también significa que deja de ser adecuadamente administrada, mantenida y protegida. Con el tiempo, esto puede suponer un gran riesgo para la seguridad de las empresas de servicios financieros y sus clientes. Con regulaciones de privacidad de datos como GDPR ahora en vigencia, es más probable que los consumidores tomen medidas contra las empresas de servicios financieros irresponsables que cualquier otro sector, por lo que los datos oscuros representan una bomba de tiempo para la seguridad de los datos.
¿Qué pasa cuando los datos se oscurecen?
Para combatir el problema de los datos oscuros, las empresas deben detenerlo en su origen. En última instancia, los datos oscuros se derivan directamente de una estrategia de administración de datos laxa. Esto no es un nuevo fenómeno; de hecho, ha sido durante mucho tiempo un aspecto de la cultura del desarrollo en los servicios financieros. Históricamente, los sistemas de mainframe se aislaron y cuando se construyera una nueva aplicación, se haría en un entorno separado. Como era de esperar, los datos que poseen estas empresas ahora se distribuyen en muchas bases de datos diferentes que se encuentran en la nube y en las instalaciones.
Cuando los datos se vuelven oscuros, no es por negligencia, sino por la complejidad de mantenerlos organizados en entornos de TI profundamente fragmentados. Las investigaciones muestran que los empleados luchan regularmente con una sobreabundancia de fuentes de datos y herramientas, así como con una falta de estrategias y soluciones de respaldo. Según nuestra investigación, la mayoría (el 81%) de las organizaciones piensan que su visibilidad y control de los datos no es satisfactorio y aún más (el 83%) cree que está afectando la seguridad de los datos. Esto no solo está alimentando el aumento de datos oscuros, sino que también afecta la capacidad de los empleados para encontrar y utilizar datos valiosos, lo que genera oportunidades de negocio perdidas y recursos desperdiciados.
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Pedro Luis Martín Olivares
Economía y Finanzas
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