Pedro Luis Martín Olivares – La Unión Europea importó un total de 193.900 millones de metros cúbicos de gas ruso en el 2017, lo que supone una cifra récord en la historia de suministros de la Rusia moderna.
Entre ciertos políticos y periodistas a ambos lados del Atlántico a menudo se escucha la tesis de que Rusia utiliza los suministros de gas como un instrumento político. No obstante, a pesar de las declaraciones de los representantes de la UE sobre la diversificación de las fuentes de energía, los suministros de gas ruso a Europa han estado creciendo de manera permanente en los últimos años.
“Nos puede irritar e incluso puede ser indignante para ciertos países, pero las riquezas naturales, y sobre todo el gas, son una ventaja económica y geopolítica para Rusia”, señaló el analista eslovaco Piotr Tot.
Del mismo modo, sostuvo que en un futuro predecible la UE no podrá disminuir su dependencia del gas ruso. La realidad es, apuntó, que tanto Europa del este, central y gran parte del sur hoy en día necesitan del gas ruso.
“Si todo fuese tan simple, Alemania no tuviese la necesidad de construir con Rusia el Nord Stream 2 y hubiese intentado establecer suministros desde Noruega”, especificó.
Según las estimaciones del especialista, la amenaza del cese de suministros de gas desde Rusia es bastante improbable y solo podría suceder en tres escenarios: si comienza un conflicto bélico entre Rusia y Europa; si Rusia logra disminuir su dependencia de las exportaciones de hidrocarburos o si países —como China o Turquía— logran ofrecer a la UE mejores condiciones que Rusia. Ninguna de estas situaciones se ve probable en un futuro predecible.
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Pedro Luis Martín Olivares
Economía y Finanzas
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