Pedro Luis Martín Olivares – Los servicios postales y de telecomunicaciones estatales de Suiza están empeñados en construir una cadena de bloques nacional en un intento por reclutar negocios locales para convertirlos en tecnología de libro mayor distribuido (DLT).
Swiss Post y Swisscom han compartido detalles de la empresa conjunta para construir una cadena de bloques suiza completamente privada para lanzar aplicaciones «descentralizadas» operadas localmente.
El blockchain propuesto es ser un toque más centralizada de lo habitual. Todos los datos que maneja se dice que está guardado dentro de las fronteras digitales de Suiza.
Lo que es más curioso es el comunicado de prensa incluye un argumento de venta en lugar alarmista. Aparentemente, hacer que los servicios públicos suizos actúen como guardianes de blockchain significa que la infraestructura usa menos electricidad, lo que la hace más «verde».
Incluso más raro, al parecer, tener un blockchain nacional alojado por un puñado de servidores aprobados mágicamente significa que es más seguro que Bitcoin.
“En contraste con las ‘cadenas de bloqueo públicas’ esta infraestructura de cadena de bloques privada requiere mucha menos energía, ya que solo puede ser utilizada por usuarios identificados que tienen una relación contractual con los proveedores de una aplicación. ”Dice Swisscom. «Esto permite procedimientos de acuerdos más eficientes, así como una seguridad y un rendimiento significativamente mayores».
Cabe señalar que la seguridad de los sistemas de blockchain con permisos como estos depende en gran medida de que las partes mantengan la red y su software subyacente. En este caso, la carga recae en dos de los servicios públicos estatales de Suiza.
Por lo tanto, afirmar que su blockchain es más seguro que la red Bitcoin es un tramo, por decir lo menos.
Hyperledger Fabric está impulsando la nueva infraestructura: el proyecto de cadena de bloques de código abierto, «sin monedas», comisariado por la Fundación Linux.
Swisscom programó el lanzamiento al mercado de las primeras aplicaciones piloto implementadas en su nueva cadena de bloques para mediados de 2019.
Casi siniestramente, los medios locales señalan que el primer registro es una plataforma para crear «acciones criptográficas»: tokens digitales encriptados especiales que representan la propiedad de una participación en la empresa emisora.
Esto suena terriblemente como una plataforma para ejecutar ofertas de monedas iniciales con temas de seguridad, pero la idea es que estos tokens podrían permitir a las empresas más pequeñas cotizar sus acciones en las bolsas de valores tradicionales.
En última instancia, el blockchain nacional de Suiza parece orientado hacia las autoridades públicas y las empresas interesadas en adoptar el DLT, pero solo si no les causa problemas con los supervisores financieros locales.
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Pedro Luis Martín Olivares
Economía y Finanzas
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