Pedro Luis Martín Olivares – No se salva por ahora. La balanza comercial española registró en el primer trimestre un déficit de siete mil 199 millones de euros.
Ello, equivale a un 45,6 por ciento más respecto a similar periodo del año anterior, informó este martes el Ministerio de Economía.
Dicho resultado fue consecuencia de unas exportaciones de bienes por 69 mil 741 millones de euros -un crecimiento de 14,1 por ciento interanual-, y de unas importaciones valoradas en 76 mil 940 millones de euros, para un incremento de 16,5 por ciento.
Y es que el principal lastre de la balanza comercial de la nación ibérica fue el déficit energético, que según las cifras de la cartera económica, trepó 71,6 por ciento en los tres primeros meses de 2017, hasta seis mil 788 millones de euros.
Por su parte, el saldo no energético arrojó un débito de 411,3 millones de euros, por debajo de los mil 987,4 millones de euros contabilizados entre enero y marzo de 2016.
La tasa de cobertura -porcentaje de las compras que pueden pagarse con las ventas de mercancías hechas durante un mismo lapso de tiempo- se situó en 90,6 por ciento, frente al 92,5 por ciento de un año antes.
De hecho, sólo en el tercer mes las exportaciones españolas de mercancías subieron un 16,9 por ciento, hasta los 26 mil 225 millones de euros, mientras que las importaciones crecieron un 19,1 por ciento, hasta los 27 mil 684 millones.
“Se trata de la cantidad más alta exportada en un mes”, destacó el departamento de Economía en una nota de prensa.
La economía de España es la quinta por tamaño en la Unión Europea y la decimotercera a nivel mundial en términos nominales.
En términos relativos o de paridad de poder adquisitivo, se encuentra también entre las mayores del mundo. Según un informe de The Economist, España es el 10º país del mundo con mayor calidad de vida.
Como en la economía de todos los países europeos, el sector terciario o sector servicios es el que tiene un mayor peso. La moneda de España es, desde 2002, el euro.
Desde el final de la crisis de principios de los años 1990, la economía española tuvo más de una década expansiva de crecimiento macroeconómico, por encima de la media del resto de la Unión Europea.
Sin embargo, entre 2008 y 2013 sufrió una fuerte recesión, aunque en 2015 y 2016 se convirtió en uno de los países con más expectativas de crecimiento de la Unión Europea.
En 2014 el producto interior bruto volvió de nuevo a crecer, a un 1,4%. El número de desempleados alcanzó un máximo de 5,77 millones en febrero de 2014 y disminuyó el resto del año en 446.000 personas.
Según la CEOE, la revisión al alza del crecimiento de la economía española en 2015 se debe al «descenso del precio del petróleo, la mejora de las condiciones de financiación y la depreciación del euro, así como la previsión de crecimiento para la Eurozona»
Pedro Luis Martín Olivares
Economía y Finanzas
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