¿Cómo será la economía rusa en la era post-Putin?

Pedro Luis Martín Olivares - ¿Cómo será la economía rusa en la era post-Putin?

Pedro Luis Martín Olivares – Simple, el zar ruso, quiere que al final de su mandato la economía rusa tenga por lo menos cinco condiciones.

¿Cuáles son? Que sea más flexible, moderna y tecnológica y existan las condiciones para una paz duradera y la cooperación con otros países.

Bajo su óptica, le gustaría que la economía rusa, en su conjunto, y en el Lejano Oriente, en particular, “sea moderna, flexible, se adapte automáticamente a los rápidos cambios del mundo, que encaje lo más fácilmente posible en el próximo orden tecnológico, que se gestione de manera eficiente por métodos y medios modernos», afirmó Putin.

Enfatizó que  Rusia ha apadrinado un plan de desarrollo de nuevas tecnologías digitales para usarlas en la economía del país.

De igual forma, Putin subrayó varias de las mejorías que posee Rusia, como los grandes recursos naturales y logísticos, que también se aprovechan para el crecimiento económico y la competitividad del país.

A su juicio,  es necesario «que todo esto contribuya al desarrollo de nuestra cooperación con otros países, con los Estados de la región Asia Pacífico, y que se creen condiciones para una paz y una cooperación duraderas y estables».

La tercera edición del Foro Económico Oriental se celebró la semana pasada en Vladivostok, en el Pacífico ruso, y reunió  a más de 5.000 delegados de más de 60 países.

Como se sabe, Rusia ha pasado por importantes transformaciones desde el fin de la Unión Soviética, saliendo de una economía planeada centralmente, para una economía de mercado globalmente integrada.

Las reformas económicas de los años 1990 privatizaron gran parte de la industria, con la notable excepción de los sectores energético y militar.

El rápido proceso de privatización, incluyendo un sistema de préstamo para la compra de acciones, permitió la formación de «oligarquías» económicas con fuertes relaciones políticas, que dejaron la propiedad de las empresas privatizadas altamente concentrada en pocas manos.

La protección a los derechos de propiedad es pequeña y el sector privado está sujeto a intervenciones del Estado.

En la actualidad el país tiene una deuda por el 7,5% del PBI, reservas internacionales por 400.000 millones de dólares, superávit de cuenta corriente del 3,4% del PBI, un nivel de inflación de menos del 4,5%.

Su industria está dividida en dos bloques: uno con grandes productoras de materias primas, que tienen competitividad global – en 2012 Rusia era el principal exportador de petróleo y gas natural del mundo, así como el tercer exportador mundial de acero y aluminio bruto – y otro con otras industrias pesadas.

Esta dependencia de la exportación de materias primas, aunque beneficiadas, deja el país vulnerable a los ciclos volátiles de alta y rebaja de los precios internacionales de estos productos.

Tras una crisis y recesión de corto plazo (2014-15) debido a las sanciones unilaterales de la Unión Europea y los EEUU, la economía ha vuelto a crecer un 0.3% (2016) y un 1.7% (2017), consiguiendo la economía rusa hacerse menos dependiente de Occidente y volviendo su mirada hacia las otras potencias del grupo BRICS (China, India, Brasil y Sudáfrica) así como hacia Latinoamérica y África.

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Pedro Luis Martín Olivares
Economía y Finanzas

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